El pasado viernes, en el estado de Nuevo Hampshire (EE.UU.), durante una carrera de clasificación de un campeonato de arrancones (piques), uno de los coches participantes explotó tras alcanzar más de 500 kilómetros por hora.
Según informaron medios locales, el vehículo, un Chevrolet Camaro rojo, voló en pedazos y se incendió segundos después de iniciada la competición a causa de la violenta explosión del motor.
Sin embargo, la piloto estadounidense Courtney Force, quien se encontraba en su interior, no sufrió ninguna herida y logró salir del auto por su propio pie, incluso, al día siguiente, regresó a las pistas y obtuvo el segundo puesto en la prueba final.
Thanks to all the safety on these race cars I walked away from that explosion. Huge thanks to @NHRA safety safari for being there quick too! https://t.co/P56VBbwudo
— Courtney Force (@courtneyforce) June 3, 2017
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