Las fuerzas yemeníes, respaldadas por el movimiento popular Ansarolá, lograron el miércoles hacerse con el control de la estratégica cordillera de Qashaan y el valle de Al-Salba, en la gobernación de Al-Yawf, precisamente en el noreste de Yemen, en las inmediaciones de la fronteriza región saudí de Najran.
Conforme a la cadena libanesa Al-Mayadeen, la importancia estratégica del aludido monte radica en su supervisión del área de Al-Yatama, zona que se extiende entre la gobernación yemení de Al-Yawf y la gobernación saudí de Najran.
El avance de las fuerzas yemeníes se registra mientras en las últimas semanas se han intensificado las batallas entre el Ejército yemení y las fuerzas leales al expresidente fugitivo Abdu Rabu Mansur Hadi, apoyado por la coalición que lidera Riad contra Yemen.
Arabia Saudí y sus aliados están sufriendo últimamente duros reveses, así como ataques de represalia, por parte de las fuerzas yemeníes, hastiadas de la brutal campaña lanzada en su contra, desde marzo de 2015. El último logro permitirá al Ejército yemení expandir su dominio en Marib, con los ojos puestos en la localidad homónima que, junto a Al-Wadi, son las dos únicas ciudades que aún siguen en manos de los mercenarios saudíes.
De hecho, según muchos expertos, con la recuperación de la provincia de Marib la guerra que iba a ocupar el país más pobre del mundo árabe en unas semanas llega a su fin y las fuerzas yemeníes cantarán la victoria.
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