La cadena de televisión libanesa Al-Mayadeen informó el sábado que aviones de guerra estadounidenses realizaron tres ataques aéreos contra el Galaxy Leader, que fue incautado por las Fuerzas Armadas de Yemen poco después de que el régimen de Tel Aviv iniciara su guerra genocida contra la Franja de Gaza.
Como parte de su campaña en apoyo a los palestinos en Gaza, Yemen confiscó el buque Galaxy Leader, de bandera de Bahamas y operado por una empresa japonesa, propiedad de una compañía británica, que a su vez pertenece en parte al magnate israelí Abraham (Rami) Ungar.
La incautación se realizó en el mar Rojo mediante una operación aérea yemení el 19 de noviembre de 2023.
El 22 de enero de 2025, las autoridades yemeníes liberaron a los 25 tripulantes del Galaxy Leader como muestra de apoyo a un acuerdo de alto el fuego entre Israel y el Movimiento de Resistencia Islámica de Palestina (HAMAS).
El sábado, Estados Unidos bombardeó varias zonas de Yemen, entre ellas el distrito de Bani Harith, al norte de la capital, Saná.
El Ministerio de Salud de Yemen informó que ocho civiles, incluidos dos niños, resultaron heridos como consecuencia del ataque.
Otros bombardeos estadounidenses alcanzaron la isla de Kamaran, el puerto petrolero de Ras Isa, el barrio de Al-Sabeen en Saná, así como los distritos de Kitaf y Al-Salem en la provincia de Saada, la zona de Bart al-Anan en la provincia de Al-Yauf y el distrito de Medghal en la provincia de Marib.
Estos ataques estadounidenses se produjeron después de que las fuerzas yemeníes llevaran a cabo ataques de represalia simultáneos contra dos instalaciones estratégicas en Tel Aviv y en la ciudad de Ascalón, en el sur de los territorios ocupados, utilizando drones de combate de fabricación nacional.
También lanzaron una operación militar conjunta contra los portaaviones USS Harry y USS Truman y sus buques escolta en el mar Rojo, en represalia por la continua agresión estadounidense contra el país árabe.
Washington inició su mortal campaña de bombardeos sobre Yemen el 15 de marzo, después de que Saná reanudara sus operaciones contra Israel en respuesta a la reanudación de la brutal ofensiva del régimen en Gaza.
Informes recientes indican que la ofensiva estadounidense, que ha costado casi mil millones de dólares, ha tenido poco impacto en las capacidades de las Fuerzas Armadas yemeníes.
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