En la reunión con la embajadora británica en Buenos Aires, Kirsty Hayes, las autoridades argentinas le expresaron este lunes el descontento de Argentina por la reciente visita oficial del canciller británico, David Cameron, a las Malvinas, territorio argentino ocupado por el Reino Unido, así como por la reciente decisión unilateral de Londres de ampliar el control del espacio marítimo de las islas Georgias del Sur y Sándwich del Sur.
Entre una de las medidas adoptadas por Londres sobre las islas, y por las cuales Argentina protestó, se encuentra el reciente contrato entre responsables de las islas Malvinas y la empresa Harland & Wolff para la construcción de un nuevo puerto, que será competencia directa del existente en Ushuaia y fungirá como puerta de entrada a la Antártida.
La visita del mes pasado de Cameron a las Malvinas desató las críticas contra el Gobierno de Javier Milei. Muchos políticos criticaron “el silencio” y la falta de la protesta por parte del Ejecutivo argentino ante esta visita.
Respecto a la convocatoria de este lunes, los medios locales señalan que, si bien se produjo un encuentro formal y Buenos Aires expuso sus reclamos, no puede considerarse una convocatoria en el sentido diplomático, ya que la fórmula solo se usa cuando las acciones se consideran lesivas para las relaciones bilaterales.
Desde el año 1833, Buenos Aires y Londres están implicados en una disputa territorial sobre las Malvinas, ocupadas por los británicos. Argentina ha reivindicado la soberanía sobre las islas en distintos foros internacionales y ha instado a Londres a negociar para resolver la disputa, a lo que los británicos se niegan.
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