“El estatus legal, histórico y religioso de Al-Quds [Jerusalén] no está sujeto a revisión, y cualquier paso en esta dirección equivale a una flagrante violación del derecho internacional y de las responsabilidades históricas del Reino Unido como artífice de la ilegal Declaración de Balfour, cuya tragedia ha perseguido durante mucho tiempo a la nación palestina”, ha aseverado este miércoles el cuerpo legislativo de la Liga Árabe (LA) en un comunicado.
Por separado, el vicepresidente del Parlamento Árabe y también un miembro de la Cámara de Representantes de Jordania, Jalil Attia, ha advertido al gobierno británico que “trasladar la embajada a la ocupada Al-Quds socava la posibilidad de crear un Estado palestino y es un ataque al derecho internacional y la legitimidad internacional”, ha subrayado.
Mientras tanto, el partido político jordano Al-Islah (Reforma) también ha calificado la intención de la primera ministra británica, Liz Truss, al respecto como “racista e inmadura”. “Sus declaraciones son rechazadas y condenadas en los términos más enérgicos. Los comentarios provienen de una funcionaria de un Estado colonial, que ayudó a los judíos a ocupar Palestina, cometer crímenes contra la gloriosa nación palestina y sembrar semillas de la discordia y la división entre ellos”, ha manifestado en un comunicado.
Además, el partido jordano ha subrayado que los comentarios sobre la posible transferencia de la embajada británica a la ciudad ocupada de Al-Quds indican “un comienzo fallido para la actual primera ministra” británica y “confirman la constante insistencia en los crímenes que el Reino Unido ha cometido en la región árabe en general, y en Palestina en particular, la más fea de las cuales fue la Declaración Balfour”.
El mes pasado, Truss le dijo al primer ministro israelí, Yair Lapid, que estaba considerando trasladar la embajada del Reino Unido en Tel Aviv a Al-Quds. De concretarse, seguirá los pasos de su aliado EE.UU., país que bajo la Administración del expresidente Donald Trump adoptó tal medida, luego de reconocer a Al-Quds como la capital del régimen israelí en 2018.
Enojados por el anuncio británico, los palestinos describieron las declaraciones como “una nueva Declaración de Balfour” y aseguran que demuestra el sesgo del país europeo a favor del régimen israelí, sin embargo, recalcan que la medida no le daría a Israel ninguna legitimidad sobre una pulgada de tierra palestina.
Israel reclama todo Al-Quds, pero la comunidad internacional ve el sector este de la ciudad como territorio ocupado y los palestinos lo consideran la capital eterna de Palestina.
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