Los líderes del Consejo de Cooperación del Golfo (CCG-integrado por los países árabes ribereños del Golfo Pérsico) han “ordenado al Consejo de Defensa Conjunto la celebración de una reunión urgente en Doha, precedida por una del Comité Militar Superior” para “evaluar la postura de defensa de los Estados miembros y las fuentes de amenaza” después de un ataque fallido llevado a cabo por Israel el pasado martes contra una reunión de la delegación del Movimiento de Resistencia Islámica de Palestina (HAMAS) en Doha.
Conforme han dado a conocer por medio de un comunicado, también se ha instruido al Mando Militar Unificado que “tome las medidas ejecutivas necesarias para activar los mecanismos de defensa conjuntos y las capacidades de disuasión”.
De acuerdo con el comunicado, la agresión del régimen sionista a Catar “constituye una amenaza directa para la seguridad conjunta” del Golfo Pérsico, además de conllevar “graves repercusiones para la estabilidad de toda la región”.
“Estas acciones sientan un precedente peligroso que no debe pasarse por alto ni permitirse sin la imposición de sanciones internacionales disuasorias”, concluye el texto.
Los líderes del CCG estuvieron entre más de 50 mandatarios de naciones musulmanas y árabes que se reunieron el lunes en Catar, donde el emir de este país, Tamim bin Hamad al-Thani pronunció un enérgico discurso criticando el ataque “descarado, traicionero y cobarde” del régimen de Israel contra una reunión de los funcionarios de HAMAS.
Al-Thani pidió a sus homólogos que adoptaran “medidas concretas para hacer frente al estado de locura de poder, arrogancia y obsesión sanguinaria” de Israel.
Por su parte, en su declaración final, la cumbre árabe-islámica extraordinaria celebrada en Doha, instó a la comunidad internacional a frenar la agresión israelí, detener los crímenes de guerra, las políticas de desplazamiento y los asentamientos ilegales, y garantizar el cumplimiento de las resoluciones de la ONU y del derecho internacional.
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