Esta decisión ha sido anunciada este martes por la presidenta del PT, Gleisi Hoffmann, ante un número de sus correligionarios congregados fuera de la sede de la policía federal en Curitiba (sur), donde Lula está encarcelado desde el pasado abril.
“Lula, en su grandeza, luchando por Brasil y el pueblo brasileño, hizo un comunicado para los trabajadores y dijo que el PT debe presentar un candidato a la Presidencia de la República”, ha destacado Hoffmann.
Haddad por su parte, en su primer discurso como candidato, ha reiterado que Lula es el líder del pueblo y ha significado un antes y un después en la historia de Brasil, ya que en sus Gobiernos contribuyó a mejorar las condiciones de vida de los más pobres y erradicar gran parte de las problemáticas sociales, logros que se han perdido bajo el mandato del presidente de facto Michel Temer.
“Bastaron dos años para que hubiesen noticias como el aumento de la mortalidad infantil por causa del hambre”, ha afirmado, para luego recalcar que las acciones del actual Gobierno brasileño han provocado el caos y la intolerancia en “un pueblo que quiere paz, un pueblo que solo quiere una puerta abierta”.
Además, Haddad ha puesto de relieve que “tenemos un líder llamado Lula que nos inspira a todos” y no aceptarán regresar a un país del siglo XIX o XX. “Queremos más, sabemos nuestro potencial. Es hora de ir a la calle con la cabeza erguida y ganar la elección porque Brasil merece esa victoria”, ha agregado.
Queremos más, sabemos nuestro potencial. Es hora de ir a la calle con la cabeza erguida y ganar la elección porque Brasil merece esa victoria”, ha declarado Fernando Haddad en su primer discurso como candidato tras sustituir al expresidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva.
El PT da a conocer este cambio horas antes de que se venza el plazo dado el viernes por el Tribunal Superior Electoral (TSE) para nombrar a su candidato, después de invalidar los recursos que permitirían a Lula permanecer en la contienda comicial, que se celebrará el próximo 7 de octubre.
De esta forma, Haddad, que ha fungido de ministro de Educación, alcalde de la ciudad de Sao Paulo y portavoz de la campaña de Lula, es el candidato presidencial del PT, junto con la dirigente Manuela D'Ávila, como resultado de un complejo pacto con el Partido Comunista de Brasil.
Lula, de 72 años, hasta ahora es favorito en las encuestas de intención de voto, pese a estar cumpliendo una pena de más de 12 años de cárcel por corrupción y lavado de dinero, sin pruebas que confirmen los cargos. El expresidente defiende que es víctima de una “masacre” mediática.
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