Es una visita que realiza el presidente del Gobierno español a Brasil, para impulsar lazos económicos, pero la guerra en Gaza se convirtió en uno de los asuntos más relevantes de la rueda de prensa conjunta. Pedro Sánchez, cuyo Gobierno ha tomado una posición más firme entre los países europeos respecto a los bombardeos pidió el fin de los bombardeos israelíes.
Y el presidente brasileño fue aún más lejos, para calificar la ofensiva israelí en Gaza de “genocidio”.
Lula reclamó al Consejo de Seguridad de la ONU que “pare” la guerra y que «permita» la llegada de medicamentos y alimentos a la población.
De igual manera, el mandatario brasileño pidió una reforma del máximo órgano de gobernanza mundial porque, según él, “representa muy poco”.
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