El 26 de junio de este año debía estar libre, por cumplir condena política. En protesta, optó por una huelga de hambre, la que a 33 días provoca su empeoramiento. Su red solidaria plantea que está secuestrado por el Gobierno del presidente, Gabriel Boric.
Temen que Jones Huala muera, por la coordinación de la administración chilena de Gabriel Boric, y de su colega argentino, Javier Milei.
Sus familiares y compañeros sostienen que es una persecución con trasfondos políticos.
Su red de acompañamiento insistirá en recurrir a la movilización, hasta conseguir su libertad.
Manuel Arismendi, Nueva Imperial
hae/tqi