De acuerdo a un comunicado del Ministerio de Comercio de China, a partir de este 10 de marzo, se aplican aranceles adicionales sobre varios productos estadounidenses, que oscilan de entre el 15 % sobre el pollo, el trigo, el maíz y el algodón; y el 10 % sobre el sorgo, la soja, la carne de cerdo, de vacuno, el pescado, las frutas y verduras y los productos lácteos.
Además, la aludida Cartera anunció otro tratamiento impositivo para un conjunto de bienes importados. “Las políticas actuales de bonos y desgravaciones fiscales permanecen sin cambios, y las tarifas adicionales no estarán exentas”, detalla al respecto.
En la comunicación oficial de China sobre esta iniciativa, diseñada para contrarrestar la guerra comercial declarada por EE.UU., puede leerse, además que “la imposición unilateral de aranceles por Estados Unidos daña el sistema de comercio multilateral, aumenta la carga sobre las empresas y los consumidores estadounidenses y socava las bases de la cooperación económica y comercial entre China y Estados Unidos”.
El documento esclarece que tales medidas se toman, de conformidad con la Ley Arancelaria de la República Popular China, la Ley de Aduanas de ese país, la de Comercio Exterior y otras normativas, reglamentos y principios básicos del derecho internacional.
La medida ocurre en reacción al anuncio, la semana pasada por el presidente de EE.UU., Donald Trump, relativo al incremento de aranceles a China del 10 al 20 %, debido a la llegada al país estadounidense de “enormes cantidades de fentanilo”, precisó.
Pekín dijo, igualmente, que combatiría hasta el final en esta contienda financiera iniciada por el actual inquilino de la Casa Blanca en su segundo mandato.
Como parte de esta confrontación económica, el Ministerio de Comercio de China prohibió también en enero pasado las exportaciones a 28 empresas estadounidenses, incluidas las de los productos de doble uso.
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