El asteroide en cuestión es 16 Psyche y está ubicado entre Marte y Júpiter. Lo valoran en 10.000 cuatrillones de dólares porque está formado principalmente de hierro, níquel, oro, platino, cobre y otros metales preciosos. El problema es que, si se echara mano a estos materiales con minería espacial, la sobreabundancia bajaría el precio de los mismos en la Tierra.
Este misterioso «mundo del metal» se formó durante el turbulento nacimiento del sistema solar. Mide 200 kilómetros de diámetro y físicamente no supone una amenaza.
No obstante, por el momento no existe la tecnología necesaria para explotar sus recursos. La Administración Nacional de Aeronáutica y del Espacio de EE.UU. (NASA, en inglés) quiere enviar una sonda espacial en 2023 que alcanzaría el asteroide en 2030. Tomará muestras y volverá para finales de la década de 2030.
La agencia espacial quiere confirmar si, como se sospecha hasta ahora, 16 Psyche es el núcleo expuesto de un planeta que podría haber sido tan grande como Marte, pero que perdió sus capas rocosas debido a una serie de colisiones violentas hace miles de millones de años.
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