“Sinceramente anhelamos la paz, y no dejaremos de luchar por ella, pero esta determinación no puede confundirse con debilidad”, ha sostenido este viernes el jefe negociador de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), Iván Márquez, durante un discurso en La Habana, capital cubana.
Sinceramente anhelamos la paz, y no dejaremos de luchar por ella, pero esta determinación no puede confundirse con debilidad”, dice el jefe negociador de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), Iván Márquez.
Las declaraciones de Márquez, quien encabeza la delegación de la guerrilla en las negociaciones con el Gobierno colombiano que se llevan a cabo en La Habana, desde 2012 para encontrar una salida a más de cinco décadas de hostilidades en el país suramericano, se han producido luego de que el miércoles pasado a consecuencia de las acciones militares en el departamento de Caquetá (suroeste), cuatro guerrilleros murieron y dos más fueron detenidos.
Ese mismo día, el presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, propuso declarar una tregua bilateral a partir del próximo 1 de enero, y el jueves, las FARC sugirieron adelantarla al próximo 16 de diciembre.
En este sentido y en su discurso ofrecido ante una comisión del Congreso colombiano, Márquez ha destacado que “las falsas explicaciones” del Gobierno no logran encubrir los “planificados e intensos” operativos militares.

El jefe guerrillero ha afirmado que dichos operativos incluyen “vuelos de aeronaves regando propaganda por todas partes invitando a la deserción”, y ha alertado que “no se puede jugar con candela”.
Ha denunciado tales acciones militares en contra de los elementos de las FARC en momentos que la guerrilla mantiene desde el pasado 20 de julio una tregua unilateral que durará hasta el 20 de noviembre próximo.
“No podemos permitir que estando tan cerca del acuerdo de paz, las provocaciones a la guerrilla en tregua unilateral pongan en riesgo con argumentos peregrinos el ambiente de tranquilidad que empieza a respirarse en las regiones” del país, ha añadido.
El 23 de septiembre de 2015, el presidente Juan Manuel Santos y el líder máximo de las FARC, Timoleón Jiménez, alias “Timochenko” consensuaron un plazo máximo de seis meses para firmar la paz definitiva y anunciaron un sistema de justicia transicional, previo al acuerdo de paz definitivo.
El Gobierno de Bogotá y las FARC, que retomarán el próximo lunes su nueva ronda de negociaciones de paz en La Habana, hasta el momento han alcanzado acuerdos parciales sobre la reforma rural, participación política y drogas ilícitas. Actualmente discuten el complejo punto sobre víctimas, que según ha precisado Márquez es “muy próximo a ser firmado”.
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