“El giro de timón provendría entonces de la influencia de unos pocos legisladores de origen cubano que han utilizado artimañas políticas y chantajes para secuestrar la política hacia Cuba y llevarla en una dirección contraria a la de la mayoría de los estadounidenses”, analizó el jueves el diario cubano Granma.
Argumentaba así la nueva decisión de Trump de anunciar este viernes en una visita a Miami restricciones a los negocios con militares de Cuba y a los viajes a su territorio, una medida con la que cumpliría su promesa electoral de revertir la política de su antecesor Barack Obama, quien abogó en 2014 por un “deshielo” con la isla.
El principal diario cubano tacha de “falsa” dicha decisión de Trump, que tiene sus raíces en los consejos del senador Marco Rubio y el congresista Mario Díaz-Balart, quienes aprovecharon sus “puestos en el Congreso para influir” en Trump. Además, destaca que Rubio “nunca ha visitado Cuba” y Díaz-Balart pertenece a una generación de línea dura con el Gobierno cubano.
El giro de timón provendría entonces de la influencia de unos pocos legisladores de origen cubano que han utilizado artimañas políticas y chantajes para secuestrar la política hacia Cuba y llevarla en una dirección contraria a la de la mayoría de los estadounidenses”, analizó el diario Granma.
Para justificar sus palabras, Granma recuerda que el 75 % de los estadounidenses apoya el acercamiento entre La Habana y Washington, según una encuesta del Pew Research Center. Además, el grupo Morning Consult señala que también apoyan la normalización de los lazos seis de cada diez republicanos.
La elección del sitio, prosigue la nota, evidencia que Trump pretende complacer a un grupo que ni siquiera es mayoritario dentro de la comunidad cubana de esa ciudad, que de acuerdo a las más recientes encuestas apoya el acercamiento entre La Habana y Washington.
Trump anunciará por tanto en pocas horas limitaciones a los viajes de los estadounidenses a Cuba, algo que Obama había eliminado. “No entiendo por qué debo obtener una licencia para viajar a Cuba, cuando no es necesario para otros países”, ha dicho a Granma Jonathan Leonard, un abogado de Atlanta.
“Más de 284.000 estadounidenses visitaron Cuba durante 2016, un crecimiento del 74 % en relación con el año anterior”, remarca el rotativo citando cifras oficiales, mientras pronostica una tendencia al incremento también para 2017.
Entre las nuevas medidas de Trump también podría estar la prohibición de los negocios con empresas bajo control militar, de las que el diario cita a ciertas empresas públicas que producen bienes y servicios de mayor valor agregado que el sector privado.
bhr/mla/msm/nal