Un portavoz del Consejo de Relaciones Americano-Islámicas (CAIR, por sus siglas en inglés) ha dicho que la evacuación ocurrió el jueves, cuando un miembro del personal abrió un sobre de lo que se extendió un polvo blanco.
Las pruebas preliminares indican que la sustancia no es peligrosa, la carta está ahora en manos del Buró Federal de Investigaciones (FBI) para realizar pruebas más extensas e investigaciones profundas”, ha señalado un portavoz del Consejo de Relaciones Americano-Islámicas (CAIR).
El sobre, ha apostillado, contenía un mensaje que advertía de una “muerte dolorosa”. “Las pruebas preliminares indican que la sustancia no es peligrosa, la carta está ahora en manos del Buró Federal de Investigaciones (FBI) para realizar pruebas más extensas e investigaciones profundas”, ha informado.
Entre tanto, el director de Comunicaciones Nacional del CAIR, Ibrahim Hooper, ha detallado que están poniendo en cuarentena a los que estuvieron contacto con el polvo.
Hooper ha desvelado que anteriormente la asociación recibía amenazas de muerte pero este tipo de acciones han aumentado enormemente desde los ataques de París (capital francesa), los asesinatos de San Bernardino, y las declaraciones del candidato republicano Donald Trump.
En una nueva demostración de hostilidad a categorías enteras de la población estadounidense, Trump había abogado el mismo día por prohibir por completo la entrada de musulmanes a EE.UU. “hasta que los legisladores de nuestro país comprendan lo que está sucediendo”.
Tras estas declaraciones islamofóbicas, Hooper advirtió de la aparición del auténtico terreno del fascismo en la comunidad estadounidense.
A su vez, el director ejecutivo del CAIR, Nihad Awad, estimó que “Donald Trump suena más como el cabecilla de una turba de linchadores que a una gran nación como la nuestra”, y aseveró que sus palabras constituyen “un gran servicio a (la banda terrorista) EIIL” (Daesh, en árabe).
Trump, multimillonario presente en las pantallas televisivas estadounidenses durante décadas, se ha colocado a la cabeza de los republicanos en todos los sondeos de opinión con una estrategia de declaraciones desvergonzadamente ofensivas contra las minorías, en un país marcado por crecientes problemas económicos y tensiones sociales.
Tras insultar a los mexicanos al principio de su campaña en junio, Trump ha desplazado desde el mes de noviembre el blanco de sus ataques hacia los musulmanes, defendiendo la creación de un registro específico obligatorio y la vigilancia y cierre selectivo de las mezquitas estadounidenses.
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