• Rex Tillerson (izda.), secretario de Estado de EE.UU., junto a su homólogo saudí, Adel al-Yubeir, 20 de mayo de 2017.
Publicada: domingo, 21 de mayo de 2017 8:49

El secretario de Estado norteamericano, Rex Tillerson, llama al reelegido presidente de Irán a renunciar al desarrollo del programa balístico persa.

“Mi esperanza sería que (Hasan) Rohani (…) use este mandato para iniciar un proceso de desmantelamiento de la red iraní de terrorismo (sic), desmantelamiento de su financiación de la red terrorista, desmantelamiento del manejo, la logística y todo lo que suministran a esas fuerzas desestabilizadoras que existen en la región”, dijo ayer sábado Tillerson en una rueda de prensa en Riad (capital saudí).

El funcionario repetía así acusaciones infundadas difundidas por el régimen israelí y retomadas por ciertos círculos occidentales, en duro contraste con su propia (y en este caso real) colaboración con grupos terroristas, en particular en el suroeste de Asia, siendo los casos más conocidos los del EIIL (Daesh, en árabe) y los distintos grupos takfiríes que han asolado Siria e Irak durante años.

En la rueda de prensa, celebrada de manera conjunta con su homólogo saudí, Adel al-Yubeir, Tillerson añadió a esas acusaciones —en lo que era la primera reacción al contundente triunfo electoral del moderado Hasan Rohani— un nuevo llamado a Teherán a renunciar a un elemento esencial de su defensa nacional: “también esperamos que ponga fin a sus pruebas de misiles balísticos”.

También esperamos que (Irán) ponga fin a sus pruebas de misiles balísticos”, dijo ayer sábado en Arabia Saudí el secretario de Estado de EE.UU., Rex Tillerson

 

Ese llamado contrastaba, a su vez, con la firma de un contrato para vender armamento por valor de 110.000 millones de dólares al reino saudí, que desde marzo de 2015 tiene a su empobrecido vecino sureño, Yemen, sometido a una guerra de agresión que ha creado una trágica situación humanitaria, cuyo último avatar es una epidemia de cólera frente a la cual Saná ha pedido ayuda internacional.

Teherán, por su parte, ha mantenido siempre que su programa balístico es de carácter exclusivamente defensivo, en una región tristemente azotada por las invasiones, las injerencias y los despliegues militares occidentales desde hace décadas. Irán no ha agredido a ningún país desde hace más de 250 años.

El contrato militar saudí-estadounidense incluye el montaje en el reino árabe de 150 helicópteros Blackhawk por la empresa Lockheed Martin, el despliegue de varias unidades del sistema de Defensa Terminal de Área a Gran Altitud (THAAD, por sus siglas en inglés) y cuatro buques de guerra multimisión.  

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