• El presidente de EE.UU., Donald Trump, habla en una conferencia en la Cumbre Árabe-Islámica Americana en el Centro de Conferencias Rey Abdulaziz en Riad, 21 de mayo de 2017.
Publicada: domingo, 21 de mayo de 2017 17:47
Actualizada: martes, 23 de mayo de 2017 6:10

El presidente de EE.UU. ha instado a los países musulmanes a expulsar a los terroristas de sus territorios, y a combatir junto con Washington al terrorismo.

"Expúlsenles. Expúlsenles de sus lugares de culto. Expúlsenles de la tierra santa”, ha dicho este domingo Donald Trump en su intervención en una conferencia en la capital saudí, Riad, ante representantes de medio centenar de naciones musulmanas, entre los cuales se encontraban 37 jefes de Estado o de Gobierno.

Durante su discurso, el magnate republicano ha prometido luchar junto con los países árabes del Golfo Pérsico contra la financiación del “terrorismo”.

“Esto no es una batalla entre diferentes creencias, diferentes sectas o civilizaciones diferentes”, ha afirmado Trump, agregando: “Esta es una batalla entre criminales bárbaros que buscan borrar la vida humana, y personas decentes de todas las religiones que buscan protegerla”.

Su discurso ha estado lleno de paradojas. Es totalmente contrario a sus anteriores comentarios sobre el Islam. Como candidato, Trump frecuentemente criticó el Islam, desató la islamofobia, cuando decidió vetar en enero (actualmente suspendido por la Justicia estadounidense), la entrada a EE.UU. de los ciudadanos de ciertos países musulmanes, incluido Irán.

Criticado por sus constantes ataques y tratos discriminatorios contra los musulmanes, Trump ha pronunciado comentarios contradictorios en Riad, donde se ha declarado portador de un mensaje de “amistad, esperanza y amor” para los musulmanes.

Expúlsenles. Expúlsenles de sus lugares de culto. Expúlsenles de la tierra santa" , dice el presidente de EE.UU., Donald Trump.

 

Asimismo, su llamamiento a los Estados musulmanes a rehusar ser un “santuario de los terroristas”, hecho desde un país cuyos monarcas y su doctrina religiosa llamada ‘Wahabismo’ es incendiario de extremismo y terrorismo global —según analistas e incluso políticos estadounidenses—, resulta ridículo.

El mandatario norteamericano ha dedicado también, parte de su discurso a lanzar ataques verbales a la República Islámica de Irán, a la que ha vuelto a acusar de promover el “terrorismo y sectarismo”.

Ha pedido a todos los países que trabajen juntos para “aislar” a Irán. “Hasta que Irán se muestre dispuesto a ser un socio a favor de la paz, todas las naciones con conciencia deben trabajar juntas para aislarlo”, ha declarado.

Parece que las repetidas acusaciones de Trump y sus antecesores contra Irán y sus intentos de generar iranofobia en Oriente Medio, son parte de la estrategia de Washington para crear una amenaza ficticia para conseguir contratos millonarios de venta de armas con los Estados árabes, como lo hizo el sábado en Riad.

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