En una entrevista el lunes con la cadena local NBC News, James Clapper dijo que los rusos interfieren en las elecciones y que las prácticas históricas lo muestran. El exdirector estadounidense agregó que los rusos casi genéticamente, [son] conducidos a cooptar penetrar y ganar el favor en los comicios.
En otra parte de sus declaraciones, Clapper consideró al embajador ruso en los EE.UU., Sergey Kislyak, más un espía que un diplomático añadiendo que los rusos tienen más agentes de inteligencia que cualquier otra nación en EE.UU.
Ayer en otra entrevista con la cadena estadounidense CNN Clapper también alegó que hay una larga historia de interferencia de la antigua Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS) en elecciones de Estados Unidos diciendo que la última injerencia fue la más grande.
"Nunca, nunca ha habido un caso de semejante agresividad y acciones directas por parte de los rusos en cuanto a sus conductas en una campaña multifacética para interferir en nuestras elecciones", declaró Clapper.
Nunca, nunca ha habido un caso de semejante agresividad y acciones directas por parte de los rusos en cuanto a sus conductas en una campaña multifacética para interferir en nuestras elecciones", declaró el exdirector de la Inteligencia Nacional de Estados Unidos, James Clapper.
Anteriormente, Clapper había testificado ante un Comité Judicial del Senado que no estaba al tanto de cualquier evidencia que demuestra la colusión entre la campaña del presidente de EE.UU., Donald Trump y Rusia.
Trump, es sospechoso para sus opositores de haber recibido ayuda de Rusia para hacerse con el cargo. Las críticas a Trump por su intención declarada en campaña de frenar la escalada de tensiones con Rusia comenzaron ya durante la carrera presidencial y han proseguido tras ella con las acusaciones de confabulación con el Kremlin.
Tras defenderse en círculos políticos la apertura de un proceso de impeachment o juicio político a Trump y alcanzar incluso los escándalos a su yerno e influyente asesor Jared Kushner, ha trascendido que el mandatario tiene planeado crear una “sala de guerra” para hacer frente a la crisis, que no cesa de restar legitimidad a su elección.
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