La Policía de Sacramento difundió el miércoles el vídeo y explicó los hechos relacionados con la muerte a balazos de Stephon Clark, ocurrida el domingo en el patio trasero de la casa de sus abuelos.
Según los detalles del informe policial, tras una alerta telefónica sobre un individuo que estaba robando en coches aparcados en la zona, desde un helicóptero policial avisaron a los agentes cercanos al lugar de los hechos que el sospechoso había huido por los patios y jardines de las viviendas.
Dos efectivos localizaron al sospechoso, siguiendo las instrucciones del helicóptero, encontraron a Clark cerca de su casa y le dispararon 20 veces. La Policía adujo que el afroamericano se acercaba a los agentes con los brazos extendidos, mientras sostenía un objeto en la mano.
Los agentes, seguros de que el hombre les apuntaba con una pistola, empezaron a disparar. Sin embargo, luego de inspeccionar a Clark, “no encontraron ningún arma de fuego, sino un teléfono móvil”, un iphone, reconoció el departamento de la Policía de Sacramento.
Sequita Thompson, abuela de la víctima, declaró al diario The Sacramento Bee que lo único que escuchó fueron unos disparos. “Descorrí la cortina y él estaba muerto”, lamentó.
La agrupación de Sacramento de Black Lives Matter (La Vida de los Negros Importa) condenó la actuación del Departamento policial de la ciudad por su “fracaso mortal en su labor de servir y proteger”, mientras el hermano de la víctima, Stevante Clark, consideró “necesaria” una reforma policial.
La página web Mapping Police Violence (mapeo de la violencia policial) anunció el pasado diciembre que la Policía estadounidense mató a 1129 personas en 2017, de esta cifra una cuarta parte eran afrodescendientes, aun cuando este colectivo representa el 13 por ciento de la población total del país norteamericano.
La brutalidad de la Policía de EE.UU., sobre todo contra la comunidad afroamericana y otras minorías, ha sido motivo de masivas protestas y criticas de diversas organizaciones de derechos civiles.
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