Horas después de los brutales atentados terroristas contra dos mezquitas en Nueva Zelanda, Mohamad Yavad Zarif ha condenado este viernes vía Twitter a los países occidentales por “la hipocresía de defender la demonización de los musulmanes como ‘libertad de expresión’”.
El máximo diplomático persa opina que la impunidad de la promoción del odio y la intolerancia “en las ‘democracias’ occidentales” conduce a ataques a los musulmanes.
“Matones israelíes entran en una mezquita en Palestina para insultar a los musulmanes. Terroristas en Nueva Zelanda transmiten en vivo cómo asesinan a 49 musulmanes”, señala el ministro de Asuntos Exteriores iraní, como resultado del fanatismo.
El dignatario reclama por último en su mensaje el cese del apoyo occidental a la promoción de la islamofobia, y adjunta una fotografía del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, sobre las palabras: “Creo que el Islam nos odia”.
Matones israelíes entran en una mezquita en Palestina para insultar a los musulmanes. Terroristas en Nueva Zelanda transmiten en vivo cómo asesinan a 49 musulmanes”, señala el ministro de Exteriores de Irán, Mohamad Yavad Zarif, al denunciar la impunidad en Occidente de la promoción del odio y la intolerancia, que provocan ataques a musulmanes.
Nueva Zelanda ha vivido hoy viernes su “día más sombrío”, según las autoridades del país, con los ataques a dos mezquitas en Christchurch (en la Isla Sur), en los que han muerto al menos 49 personas y de los que ha sido acusado un supremacista blanco de 28 años nacido en Australia.
El atacante, identificado como Brenton Tarrant, trasmitió por Facebook Live durante 17 minutos el tiroteo y publicó en línea un “manifiesto” en el que explicaba sus motivos racistas y xenófobos. “Soy de una familia normal que ha decidido tomar una postura para asegurar el futuro de su gente”, escribió.
Los asaltos, descritos como “terroristas” por las autoridades neozelandesas, han sido condenados por el mundo entero. Irán ha instado a todos los Gobiernos a no permitir que ideologías “racistas e islamófobas pongan en peligro la seguridad y tranquilidad de los ciudadanos de los países”.
En los últimos años, los ataques islamófobos de extrema derecha han ido en aumento en diferentes países occidentales, como EE.UU., Francia, España y Alemania.
En Australia —país de origen del autor de los atentados de Christchurch—, la ola de odio racial ha crecido hasta el punto de que, según un estudio elaborado por la Universidad de Sídney Occidental, los musulmanes sufren de tres a cinco veces más racismo y discriminación que el resto de la población.
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