Pocos días después, la plataforma social Instagram bloqueó las cuentas de los comandantes de ese cuerpo militar, entre ellos el excomandante en jefe del CGRI, el general de división Mohamad Ali Yafari.
Meses después, en enero de 2020, el presidente estadounidense, Donald Trump, ordenó asesinar al teniente general Qasem Soleimani, el comandante de la Fuerza Quds del Cuerpo de Guardianes.
Esta vez, también fueron las gigantescas compañías estadounidenses como Facebook y las redes sociales como Twitter que empezaron a eliminar las publicaciones en apoyo al difunto general iraní, hasta incluso borraron numerosas cuentas de medios estatales y periodistas iraníes.
El vocero de Facebook justificó la medida diciendo a la cadena norteamericana CNN que su empresa opera “bajo las leyes de sanciones de Estados Unidos”.
No obstante, la justificación no satisface a los usuarios de redes sociales, como el periodista estadounidense Ben Norton, quien califica a dichas compañías como “policías del pensamiento de EE.UU.”.
“Dicen que es para cumplir con las sanciones de EE.UU., pero ¿cómo violan las publicaciones dichas sanciones?”, argumentó.
Twitter también causó más denuncias el pasado 8 de enero cuando suspendió la cuenta del servicio de prensa del presidente de Siria, Bashar al-Asad, después de varias publicaciones sobre la visita del mandatario ruso, Vladimir Putin, a Damasco.
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