Las sanciones están dirigidas contra a seis personas y 12 entidades, que según el Departamento del Tesoro de EE.UU., apoyan al país persa en “la fabricación de materiales críticos necesarios para el programa de misiles balísticos”.
El Departamento del Tesoro alega que los sancionados, con sede en Irán y China, están vinculados con varias suborganizaciones del Cuerpo de Guardianes de la Revolución Islámica (CGRI) de Irán que supervisan el desarrollo de materiales de fibra de carbono necesarios para fabricar misiles balísticos intercontinentales.
Estas sanciones se suman a otras tandas de medidas coercitivas que el presidente estadounidense Donald Trump ha impuesto desde febrero, cuando reinició su campaña de “máxima presión” contra Irán. La Administración Trump ha estado imponiendo sanciones incluso mientras Washington y Teherán mantenían conversaciones sobre el programa nuclear de Irán y el levantamiento de las sanciones antiraníes.
El Departamento del Tesoro impuso el martes sanciones a más de 20 empresas de una red que, según dijo, ha enviado durante mucho tiempo petróleo iraní a China, mientras que la semana pasada sancionó a una refinería de petróleo independiente china, o ‘tetera’, y a operadores de terminales portuarias en China por compras de petróleo iraní.
Irán y Estados Unidos concluyeron el domingo en Mascate, capital de Omán, una cuarta ronda de negociaciones indirectas en un intento de abordar el levantamiento de las sanciones a la nación iraní y las cuestiones nucleares. Estos diálogos están siendo empañados por medidas contradictorias, como la imposición de sanciones, retóricas amenazantes y exigencias por parte de Estados Unidos.
Irán afirmó el martes que la última ronda de conversaciones con Estados Unidos había sido fructífera, pero que la imposición de más sanciones por parte de Washington no era compatible con las negociaciones.
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