“(El régimen de) Israel y los takfiríes han sufrido duros golpes por parte de Bar al-Din”, ha indicado este viernes en Beirut (capital libanesa), el vice secretario general de Hezbolá, el sheij Naim Qasem, en el funeral de Badr al-Din, su jefe de operaciones en un supuesto ataque israelí en Siria.
En su evocación de Badr al-Din y de cómo este pasó toda su vida luchando por la Resistencia, el sheij Qasem ha citado una frase del fallecido comandante: “No volveré de Siria… moriré allí o volveré con la bandera de la victoria”.
(El régimen de) Israel y los takfiríes han sufrido duros golpes por parte de Bar al-Din”, ha indicado el vicesecretario general de Hezbolá, el sheij Naim Qasem.
El alto funcionario de Hezbolá ha indicado además que la Resistencia libanesa ha abierto una investigación sobre la explosión que segó la vida de este comandante en una de las sedes de Hezbolá, ubicada cerca del aeropuerto militar de Damasco (capital de Siria) y que pronto anunciará los resultados.
El sheij Qasem ha proseguido señalando que debido a la existencia aun de varias hipótesis, Hezbolá opta por no hacer comentarios al respecto y esperará hasta la finalización de las pesquisas.
El martirio de Bar al-Din, aunque ha enlutado a miles de libaneses, ha provocado el aplauso de algunos titulares israelíes, que al mismo tiempo intentaban demostrar la falta de partcipación de su régimen en el crimen.
El viceministro israelí de cooperación regional, Ayoub Kara, ha asegurado que el régimen de Tel Aviv no está implicado en absoluto en el asesinato del comandante de Hezbolá, mientras que Yakub Amidror, ex teniente general israelí, ha celebrado la muerte de Badr al-Din calificándola de “buena noticia”.
Amidror ha añadido que cuantos menos individuos como Badr al-Din haya, mejor para el régimen de Israel.
Horas antes, en la misma jornada, Hezbolá confirmó la muerte de Bar al-Din en Siria, donde lideraba la lucha contra el plan estadounidense-sionista en la región de Oriente Medio, con la firme voluntad de erradicar a los grupos terroristas takfiríes activos en territorio sirio.
En el historial de este gran militar libanés destacan su participación en la mayor parte de las operaciones de Hezbolá desde 1982, su gestión como jefe de inteligencia de Hezbolá y su labor como asesor del secretario general del movimiento, Seyed Hasan Nasrolá.
Badr al-Din, cuñado de Emad Moghnie, reconocido comandante del movimiento que murió en un atentado terrorista planificado por el servicio de inteligencia del régimen de Israel (Mossad) en 2008, también estaba incluido en la lista de sanciones de EE.UU. contra la Resistencia libanesa.
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