“El sionismo es estabilizar los alrededores de Israel según creamos”, es el preámbulo del 2018 para la región de Oriente Medio. El instituto de estudios de seguridad nacional del régimen de Tel Aviv entregó al presidente israelí, Reuven Rivlin, la nueva evaluación estratégica con un estudio de la situación actual y cómo conducirla para que el escenario sea óptimo solo para el régimen de Israel.
Preocupados por la victoria del eje de la Resistencia en la región, los analistas sionistas proponen la formulación de intereses compartidos con el llamado “campo suní práctico”, Arabia Saudí y otros países del Golfo Pérsico.
Otra de las “amenazas”, según el estudio, es la caída de la confianza de las comunidades judías hacia el régimen israelí y el movimiento global, civil y pacífico, del boicot para el que tienen preparado más Hasbará en todas las redes sociales.
Pero lo más inquietante es el advenimiento de la “primera guerra en el norte” cuyo objetivo sería el Movimiento de Resistencia Islámica de El Líbano (Hezbolá), la primera guerra con dos frentes desde 1973.
En esta evaluación geoestratégica queda claro también que el régimen de Israel seguirá trabajando en los despachos de la Casa Blanca para conseguir apoyo internacional en sus actos antagónicos con los convenios y las leyes internacionales.
Isabel Pérez, Beirut.
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