En la más reciente y flagrante violación de un precario acuerdo de alto al fuego, un dron israelí lanzó dos misiles guiados contra un vehículo el lunes por la tarde, mientras este transitaba por la carretera que conecta la aldea de Zefta con la región de Numairiyah, en el sur del páis árabe.
Según la Agencia Nacional de Noticias oficial del Líbano, el vehículo se incendió tras el ataque aéreo y fue desplazado hacia un costado de la carretera por la fuerza de la explosión.
El ataque se produjo un día después de que un miembro del Movimiento de Resistencia Islámica de El Líbano (Hezbolá) fuera abatido y tres civiles libaneses resultaran heridos en un bombardeo israelí dirigido contra una motocicleta en la carretera Chehabiyeh-Kfar Dounin, en el sur del Líbano.
Una fuente de seguridad libanesa, que habló bajo condición de anonimato, identificó a la víctima como Ali Shafiq Qanso. Indicó que tres civiles pasaban por el lugar en el momento del ataque aéreo.
Un portavoz de la Defensa Civil libanesa declaró que los equipos de rescate trasladaron el cuerpo de la víctima y a los tres heridos a un hospital en la ciudad sureña de Tiro, agregando que uno de los heridos se encuentra en estado crítico.
Tras sufrir pérdidas significativas durante casi 14 meses de conflicto y no haber logrado sus objetivos en la ofensiva contra Líbano, Israel se vio obligado a aceptar un alto al fuego con Hezbolá. Este acuerdo entró en vigor el 27 de noviembre de 2024.
Desde la entrada en vigor del acuerdo, las fuerzas ocupantes han continuado atacando el Líbano, incluyendo bombardeos aéreos a lo largo de la nación árabe, violando así el alto al fuego.
El 27 de enero, el Líbano anunció su decisión de extender el alto al fuego con Israel hasta el 18 de febrero.
Aunque el plazo del 18 de febrero ya ha expirado, Israel mantiene su ocupación de cinco regiones importantes en el sur del Líbano: Labbouneh, Monte Blat, la colina Owayda, Aaziyyeh y la colina Hammamis, todas situadas cerca de la frontera.
El Líbano ha condenado la persistente presencia de las fuerzas militares israelíes, considerándola una violación del acuerdo de alto al fuego y del cronograma establecido para la retirada. Altos funcionarios en Beirut han manifestado su compromiso de tomar “todas las medidas necesarias” para expulsar a las tropas ocupantes del país.
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