El premier tuvo que pedir disculpas por haber violado las leyes restrictivas que había impuesto él mismo por la COVID-19. No obstante, muchos, entre políticos y ciudadanos, exigen su renuncia.
“Serios fallos en el liderazgo”; así concluye un informe interino entregado al primer ministro del Reino Unido, Boris Johnson, sobre un total de 16 fiestas celebradas durante los confinamientos de 2020 y 2021 en Downing Street.
La investigación se realizó luego de las polémicas desatadas en diciembre, conocidas como 'Partygate', donde los medios de comunicación y funcionarios comenzaron a revelar las fiestas, en medio de la pandemia.
Johnson pidió disculpas ante la Cámara de los Comunes. Prometió arreglar todo y aseguró que la gente podrá volver a confiar en su Gobierno. La oposición, no obstante, cree que el premier debe dimitir.
Boris Johnson, había negado en al menos siete ocasiones que se hubieran violado las reglas en su residencia oficial y oficina de trabajo. Los parlamentarios denuncian que sus desesperadas negaciones no solo insultaron la inteligencia pública, sino también engañaron la Cámara de los Comunes.
Tras cometer al menos docenas de violaciones a las leyes y mentir al Parlamento, pocos británicos se sintieron impresionados por las declaraciones del premier conservador. Muchos ciudadanos, decepcionados por la falta de liderazgo, consideraron no suficientes sus disculpas.
Mientras, la ex primera minstra, Theresa May, a su vez, opina que el pueblo tiene derecho a esperar que su premier haya leído las reglas restrictivas por la pandemia y entendido su significado. El denominado “partygate”, o escándalo de las fiestas, se convirtió en una bola de nieve que amenaza con arrasar a Johnson a su paso.
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