"El régimen sionista nunca antes ha estado tan aislado como ahora, incluso entre sus propios aliados", ha subrayado el jefe de la Diplomacia persa durante su comparecencia este martes ante la Asamblea Consultiva Islámica de Irán (Mayles), donde presenta los detalles del Plan Integral de Acción Conjunta (JCPOA, por sus siglas en inglés), o el consenso logrado durante las conversaciones con el Sexteto logrado el 14 de julio en Viena, Austria.
"El régimen sionista (israelí) nunca antes ha estado tan aislado como ahora, incluso entre sus propios aliados", ha subrayado el jefe de la Diplomacia persa.
Esta es la razón por la cual el primer ministro israelí, Benyamin Netanyahu, “está tan furioso y gritando por todos lados, trata de bloquear un acuerdo a cualquier precio”, ha agregado.
"Con este acuerdo, las décadas de larga propaganda antiraní llevada a cabo por el régimen sionista es finalmente neutralizada", ha precisado el canciller persa, quien encabezó la delegación negociadora nuclear iraní durante las pláticas.
Ha asegurado que Irán consiguió todas sus metas durante los diálogos nucleares, y mostró al mundo que no se someterá a chantajes occidentales.
“Las principales metas de la República Islámica de Irán, aquellas en las que insistimos se lograron en el marco del JCPOA, e incluyen la preservación de la dignidad y el poderío de Irán, la consolidación del programa nuclear y el enriquecimiento (de uranio), así como el mantenimiento del reactor de agua pesada (de Arak, en el centro del país)”, ha dicho Zarif.
Las principales metas de la República Islámica de Irán, aquellas en las que insistimos se lograron en el marco del PIAC, e incluyen la preservación de la dignidad y el poderío de Irán, la consolidación del programa nuclear y el enriquecimiento (de uranio), así como el mantenimiento del reactor de agua pesada (de Arak, en el centro del país)”, ha dicho Zarif.
Ha afirmado además, que bajo el JCPOA serán eliminadas todas las sanciones antiraníes, incluidas, las impuestas por el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (CSNU), el mismo día que entre en vigor el acuerdo definitivo.
A cambio, continúa, Irán ha aceptado una serie de limitaciones durante un plazo determinado en sus actividades nucleares, que según la parte occidental impiden al país persa dotarse de un arma nuclear, mientras que según Irán esto “no se trata de una concesión” ya que nunca ha pretendido fabricar armas atómicas gracias a sus enseñanzas religiosas y un decreto religioso (fatwa) emitido por el Líder de la Revolución Islámica de Irán, el ayatolá Seyed Ali Jamenei.
El canciller ha asegurado además, que bajo tales restricciones y el régimen de inspecciones que llevará a cabo la Agencia Internacional de la Energía Atómica (AIEA), ninguna de las instalaciones nucleares de Irán se cerrarán, y Teherán no permitirá a los inspectores de la Agencia acceder a informaciones que puedan arriesgar la seguridad nacional del país.
Ha dicho que durante las conversaciones con el Sexteto, el equipo negociador persa enfatizó en que el programa de misiles y el poderío defensivo de Irán no tienen nada que ver con ningún otro país, y que “el que debe responder (sobre su militarismo) en la región, es Occidente, encabezado por EE.UU., que masacra a la gente inocente en Palestina, Siria y Yemen con sus armas”.
Los diálogos que llevó a cabo Irán con el Sexteto, ha señalado Zarif, demostraron al mundo la voluntad de Teherán para resolver su caso nuclear a través de la diplomacia, mientras que el mundo se dio cuenta de que “ninguna potencia internacional está autorizada a amenazar a un iraní”.
Irán y el Grupo 5+1 (EE.UU., el Reino Unido, Francia, Rusia y China, más Alemania) lograron un consenso sobre el programa nuclear iraní el pasado 14 de julio, que para convertirse en un acuerdo definitivo requiere de la ratificación por ambas partes.
El Congreso de EE.UU. inició desde el lunes su tarea de revisar el JCPOA conforme a una legislación impulsada por los republicanos del Congreso y grupos proisraelíes en el escenario político estadounidense, quienes se oponen enérgicamente a un pacto con Irán.
Mientras el mundo entero saludó el fin de los diálogos nucleares y lo consideró como el triunfo de la diplomacia sobre la presión y el conflicto, el régimen de Israel, encabezado por su primer ministro, lo califican de “un error histórico”.
El régimen de Tel Aviv y el Comité de Asuntos Públicos Estados Unidos-Israel (AIPAC, por sus siglas en inglés), se han comprometido a llevar a cabo todos sus esfuerzos para bloquear un pacto definitivo con Teherán.
Estos desesperados esfuerzos antiraníes del régimen de Tel Aviv se producen mientras que este régimen, según las estimaciones, cuenta con unas 400 ojivas nucleares, pero se niega a adherirse al Tratado de No Proliferación (TNP) ni permite inspecciones a sus instalaciones nucleares.
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