“Las organizaciones de seguridad deben investigar con minuciosidad [el incidente] y se espera que manifiesten sus opiniones al respecto. Las pesquisas están en curso y, hasta donde sabemos, han dado con los elementos y el motivo, los métodos y la forma en la que se llevó a cabo el sabotaje”, ha indicado el portavoz de la Organización de Energía Atómica de Irán (OEAI), Behruz Kamalvandi.
En este sentido, ha explicado que los saboteadores intentaron interrumpir el proceso de enriquecimiento de uranio en la instalación de Natanz, pero fracasaron. Por lo tanto, ha agregado el funcionario iraní, Teherán decidió construir otro cobertizo avanzado en la instalación nuclear. “Su intento a la desesperada no nos detuvo”, ha destacado.
Asimismo, el portavoz de la OEAI ha comparado la situación actual con una “escena de guerra”. “Es posible que salgamos dañados en este escenario, pero esta atmósfera ha aumentado nuestra motivación en lo tocante a la defensa y el trabajo”, ha sentenciado.
El 2 de julio se produjo un incendio en uno de los pabellones en construcción de la instalación nuclear de Natanz, un centro de enriquecimiento de uranio ubicado en la ciudad homónima, en la provincia de Isfahán (centro).
Las autoridades iraníes aseguran que el incendio no afectó al enriquecimiento de uranio y que la planta nuclear de Natanz sigue activa, pues solo dañó un cobertizo en construcción.
Días después del incidente, el Gobierno iraní advirtió que los posibles elementos extranjeros involucrados no saldrían bien parados de confirmarse su participación en los hechos.
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