Behruz Kamalvandi, vocero de la Organización de Energía Atómica de Irán (OEAI), ha anunciado este jueves que el país ha comenzado a equipar una tercera instalación segura de enriquecimiento de uranio y a modernizar completamente su planta de enriquecimiento de Fordo, situado en el centro del país, con centrifugadoras avanzadas.
Estas son una respuesta proporcional a una resolución antiraní —presentada por Estados Unidos, Francia, Alemania y el Reino Unido— aprobada por la Junta de Gobernadores de la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA), que acusa a Teherán del supuesto “incumplimiento” con sus obligaciones nucleares.
Kamalvandi ha detallado que la nueva planta, conocida como la “tercera instalación segura”, se diseñará con “estándares de seguridad muy altos” y se convertirá en el tercer complejo de enriquecimiento de Irán. “Esto se convertirá en uno de los centros vitales de enriquecimiento del país”, ha dicho el vocero, destacando que esta acción “simboliza la preparación y planificación precisa de la República Islámica de Irán frente a cualquier presión externa”.
Ha agregado además que las centrifugadoras de primera generación de la planta de enriquecimiento de Fordow serán reemplazadas por completo por máquinas avanzadas IR-6, y señalado que la medida “aumentará significativamente la capacidad de producción de uranio enriquecido de Irán”.
En esta línea, el vocero del órgano nuclear ha detallado que la capacidad de enriquecimiento del 60% de Irán ya se ha multiplicado por siete en comparación con ciclos anteriores y que ahora se está añadiendo más capacidad.
Ha advertido que medidas como ésta —la adopción de resolución antiraní— resultan contraproducentes. “Los países occidentales deben haber comprendido que ejercer presión no solo no detiene a Irán, sino que acelera nuestro progreso tecnológico”, agrega.
Cuanta más presión se ejerza, más contundente será la respuesta de Irán
Kamalvandi ha afirmado que las contramedidas de Teherán “tienen un peso tanto técnico como estratégico y transmiten un mensaje claro: cuanta más presión se ejerza, más contundente será la respuesta de Irán”.
Ha tachado la resolución de “coercitiva e injusta” y advertido a las potencias occidentales que no repitan sus tácticas de presión fallidas.
Ha destacado la cooperación del país persa con la AIEA que van más allá de las obligaciones de Teherán en el marco del Tratado de No Proliferación (TNP) Nuclear. Según él, la República Islámica ha deseado siempre una interacción constructiva con la AIEA, pero Teherán no puede seguir siendo la única parte que asuma los costos de esta cooperación.
Ha lamentado que la Agencia no haya dado una respuesta positiva y adecuada a la cooperación de Irán, por tanto, ha dicho que la República Islámica reconsiderará su cooperación con la AIEA.
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