Más de 5000 personas han asistido al mitin central del Partido Socialista de Cataluña (PSC) para escuchar de primera mano los discursos de las máximas figuras del socialismo español. El secretario general actual, Pedro Sánchez, ha justificado su apoyo al artículo 155 ante lo que considera la irresponsabilidad independentista y ha procurado distanciarse del presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy.
Los líderes históricos socialistas han acusado con dureza al independentismo de fomentar la división, el odio y la exclusión y, tras constatar su fracaso, le han instado a acatar la legalidad.
El acto, de marcado perfil presidencialista, ha servido para reivindicar la figura pactista de Miquel Iceta, al que las encuestas auguran una mejora de resultados. Su formación quedaría por detrás de Ciudadanos dentro del unionismo, pero las estrategias políticas podrían incluso llevarle a la Generalitat. Él mismo ha clarificado que no votará ni a la candidata de Ciutadans, Inés Arrimadas, ni a ningún independentista como presidente.
Apelando al catalanismo moderado, Iceta ha llamado a la reconciliación y la concordia y ha apostado por una España federal y una mejor financiación para Cataluña.
Mientras todos los partidos apuran los últimos días de campaña para colar sus mensajes, el independentismo intenta volver a tener mayoría absoluta en el Parlamento catalán. En todos sus actos, los secesionistas cargan contra la represión del Estado, más después de que la vicepresidenta del Gobierno español, Soraya Sáenz de Santamaría, haya presumido de descabezarles.
Los líderes encarcelados, por su parte, serán expedientados por instituciones penitenciarias por la emisión de mensajes electorales en plena campaña de estas elecciones excepcionales sin por ahora un ganador claro.
Oriol Puig, Barcelona.
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