De vuelta a la mesa de diálogo después de un año y medio. El Gobierno de España y la Generalitat de Cataluña, abogan por el diálogo para resolver el conflicto catalán. Desde el ejecutivo central, Pedro Sánchez defendió la reactivación de la mesa de diálogo. Aseguró que su enfoque ha logrado calmar el ambiente en esta comunidad autónoma.
La composición de la delegación catalana ha desatado un choque entre Junts per Catalunya y la Ezquerra Republicana, los socios del Govern.
Pues, desde Junts per Catalunya han propuesto a dos indultados del “procés” y a una diputada, nombres que para la Ezquerra Republicana no pueden integrar la mesa del diálogo por no formar parte del ejecutivo. El presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, decidió, por fin, dejar fuera de las negociaciones a Junts.
En Junts Per Catalunya, se niegan a retirar esos nombres, y denuncian que la decisión de Aragonès de no aceptarlos se debe al veto desde Madrid.
La delegación del Gobierno será presidida por Pedro Sánchez que pidió a los independentistas que no centren la cita en el referéndum de autodeterminación. Un tema que tarde o temprano debe ser debatido y podría llevar el diálogo a un punto muerto.
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