El campamento, alcanzado por al menos cuatro misiles, se encuentra en Al-Mawasi, una zona designada como “humanitaria”. Estaba abarrotado de palestinos desplazados que habían huido de otras partes del enclave.
El servicio civil de emergencias informó que decenas de tiendas se incendiaron y que los misiles dejaron cráteres de hasta nueve metros de profundidad. La defensa civil calificó el ataque como una de las masacres más horrendas de la guerra.
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