Esta decisión, entre corrupción, injusticias, legalidad cuestionable, narcotraficantes y una paradoja difícil de asimilar: lo que hace unos años era anticonstitucional, ahora es permitido, primera paradoja.
La segunda y más grave de entender; el mismo partido que se opuso a la reelección y por ello apoyó un golpe de Estado contra el presidente de aquel tiempo, hoy, aplaude que haya reelección y además está utilizando esa oportunidad para lanzar a su propio candidato que es el propio presidente actual, Juan Orlando Hernández, del Partido Nacional, que además va ganando las encuestas.
2009 corría cuando el entonces presidente Zelaya fue sacado de su alcoba a punta de pistola para deponerlo como presidente y deportarlo a Costa Rica. Quería reformar la Constitución pero no lo dejaron, entre opiniones que variaban desde el gran líder hasta alguien que había perdido la cabeza. El punto es que a partir de ahí, la historia hondureña sufrió cambios y consecuencias.
2015 y 2017, en uno la Justicia Suprema del país acepta que un presidente se puede reelegir, y en 2017 se pone en práctica aquella directriz, que fue rechazada por los mismos que hoy se jactan de usarla.
¿Quién es el candidato que debe ganar? Eso solo lo puede determinar la propia sociedad hondureña, pero lo cierto es que gane quien gane recibe un país en drama, llanto y dolor.
Drama por la corrupción e injusticia que se ha enquistado en todos los niveles. Llanto porque una madre o un padre de familia despide a su hijo cuando va a la escuela, sin saber si lo volverá a ver por temor a una bala perdida expulsada por el terror de la delincuencia. Y dolor porque la pobreza sume al país, feo, fuerte, 66 por ciento de todos los hondureños son pobres.
Honduras es uno de los países más violentos del mundo. El actual Gobierno dice que ha disminuido hasta la mitad la tasa de homicidios, pero el país sigue teniendo una de las mayores tasas de criminalidad del planeta.
Honduras tiene seis veces más muertes violentas que promedio mundial. Según el Gobierno hondureño, ya bajó a 42 homicidios por cada 100 mil habitantes. No obstante la última cifra de la Universidad Autónoma de Honduras es de 59,1 homicidios por cada 100 mil habitantes.
El Gobierno de Hernández informa que obtuvo logros en economía. Sin embargo, los hondureños son los más infelices de América Latina, según un informe de la Organización de las Naciones Unidas (ONU). Es el país con mayor número de pobreza en Latinoamérica, reporta la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), sin incluir a Haití.
En zonas rurales, uno de cada cinco hondureños vive con menos de 1 dólar con 90 centavos. Por si fuera poco, hay leyes que están estrechando la libertad, “una nueva ley antiterrorismo establece que es un crimen marchar en una protesta y abre la posibilidad a acusar a los periodistas de ayudar a los terroristas si reportan desde una manifestación”, reporta New York Times.
Preguntemos para analizar lo que pasa en el país, y reflexionemos para que nuestros países incluido Honduras, aprenden de la lección. En Detrás de la Razón: los analistas contestan y usted en su casa concluye. Y si la realidad hace lo que quiere, entonces nosotros volveremos a preguntar. Lo importante es descubrir los ángulos que no dicen los Gobiernos ni los medios de comunicación.
El análisis, las preguntas y respuestas a las nueve treinta de la noche, desde los estudios de Teherán; Londres, siete y Madrid, ocho de la tarde; México y Colombia, una de la tarde.
Por: Roberto de la Madrid.
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