EE.UU. asesinó la madrugada del 3 de enero al que fuera comandante de la Fuerza Quds del Cuerpo de Guardianes de la Revolución Islámica (CGRI) de Irán, el teniente general Qasem Soleimani, junto al que fungiera como subcomandante de las Unidades de Movilización Popular de Irak (Al-Hashad Al-Shabi, en árabe), Abu Mahdi al-Muhandis, en suelo iraquí.
En una ceremonia celebrada este martes en Bagdad, la capital iraquí, para conmemorar los cuarenta días que han transcurrido desde que tuvieran lugar los brutales asesinatos, el líder de las Al-Hashad Al-Shabi, Faleh al-Fayaz, ha afirmado que esta tragedia es “sin duda alguna un crimen de lesa humanidad” cometido por la Administración “criminal” del presidente estadounidense, Donald Trump.
Tal crimen, que ha conmovido a las autoridades del Eje de la Resistencia y los iraquíes, jamás será borrado de la memoria de la humanidad, ha subrayado Al-Fayaz, antes de tachar de “cretinos” a los autores de este crimen.
“Estos mártires eran líderes grandes y sobresalientes, que habían desempeñado un papel transcendental en la lucha, la derrota y la erradicación de los terroristas de Daesh (acrónimo en árabe del EIIL)” en Irak, ha remarcado el líder de las fuerzas populares iraquíes en el evento.
Los actos públicos denominados “Los Tenientes Laureados” comenzaron el domingo en varias ciudades y provincias iraquíes, como Bagdad, Diyala (este), Salah al-Din (centro), Mosul (norte), Ramadi (oeste), Basora (sur) Karbala (centro), Nayaf (centro-sur), y Dhi Qar (sur), y siguen hasta la jornada de hoy.
Los suníes iraquíes también han participado en estos eventos para expresar su gratitud a los esfuerzos realizados por el teniente general Soleimani y Al-Muhandis para expulsar a los extremistas de sus hogares.
En diferentes ciudades, los iraquíes han aprovechado la ocasión para corear consignas contra la presencia estadounidense en su país y han prometido vengar la sangre derramada de los aludidos comandantes.
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