En una conversación con la BBC en árabe en Londres, capital británica, publicada este miércoles, Muhamad Shia al-Sudani ha afirmado que Irak es un país independiente que toma sus decisiones por sí mismo, sin influencia de otros países.
“No permitimos injerencias en nuestros asuntos internos. El Gobierno iraquí ha estado tratando de establecer relaciones exteriores basadas en el respeto mutuo y la no interferencia en los asuntos internos desde hace dos años”, ha recalcado al respecto.
Al-Sudani ha señalado que la influencia de Irán en Irak es una exageración y forma parte de un proceso llamado iranofobia. “Irán apoyó a Irak durante la guerra contra el terrorismo. Nuestras relaciones con Irán son destacadas y Teherán es considerado un aliado importante para Bagdad”, ha precisado.
El titular iraquí ha proseguido que Bagdad tiene buenas relaciones tanto con Irán como Estados Unidos, y que la presencia de Irán en Siria durante el Gobierno del presidente Bashar al-Asad fue a petición y deseo de Damasco para luchar contra el terrorismo y el grupo ultraviolenta Daesh.
Respecto a las Unidades de Movilización Popular (Al-Hashad Al-Shabi, en árabe), Al-Sudani ha aclarado que se trata de una cuestión interna de Irak que se resolverá con base en las leyes. Ha enfatizado que estas fuerzas están en contra de la presencia de extranjeros en el territorio iraquí, mientras las autoridades también están trabajando para poner fin a la presencia de la coalición estadounidense en Irak.
En cuanto a las agresiones del régimen israelí, Al-Sudani ha sostenido que el gabinete del primer ministro Benjamín Netanyahu intenta propagar conflictos y guerras abusando del silencio de la comunidad internacional.
Asimismo, ha agregado que Irak respeta la voluntad del pueblo sirio, además de que se debe luchar contra el terrorismo, pues, los elementos terroristas de Daesh están presentes en las zonas bajo control del gobierno sirio.
Sobre la presencia militar de varios países en Siria, Al-Sudani ha remarcado que Irak está en contra de interferir en los asuntos internos de los países árabes, y que el nuevo gobierno de Siria debe respetar la voluntad del pueblo de este país y no ser una herramienta en manos de los grupos extranjeros.
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