Los sospechosos de la ciudad ocupada de Netanya fueron identificados como dos jugadores en activo de la liga principal del régimen israelí, así como de la Liga A, la tercera división del sistema de ligas de fútbol israelí, además de un exjugador, informan el martes los medios hebreos.
Las autoridades informaron que la mujer presentó una denuncia el 1 de noviembre, alegando que había sido agredida en un hostal del centro de Tel Aviv tras conocer a uno de los sospechosos durante una salida nocturna.
Los investigadores recogieron pruebas en el lugar de los hechos e interrogaron a los testigos antes de detener al trío el lunes por la noche.
Probabilidad de violación facilitada por drogas
Los resultados preliminares sugieren que la víctima podría haber sido drogada antes de la agresión.
Fuentes policiales indicaron que el primer sospechoso se reunió con la turista y posteriormente convocó a sus dos amigos a la habitación del hostal, donde tuvo lugar el incidente.
Los tres hombres, de entre 21 y 25 años, fueron llevados para ser interrogados y deberán comparecer ante el Tribunal de Magistrados de Tel Aviv para una audiencia sobre la extensión de su detención preventiva, según informó la policía.
Uno de los abogados de los sospechosos, Moshe Meroz, declaró a los medios israelíes que su cliente “niega las acusaciones e insiste en que todo se hizo con consentimiento. No hubo violación”.
Sin embargo, la policía ha solicitado mantener a los sospechosos bajo custodia mientras continúa la investigación.
Esta no es ni mucho menos la primera vez que los colonos y funcionarios del régimen se enfrentan a sospechas o acusaciones de agresión sexual.
El informe se publicó el mismo día en que el Centro Palestino para los Derechos Humanos (PCHR, por sus siglas en inglés) denunció en un informe que las fuerzas israelíes llevan a cabo una “campaña sistemática de tortura sexual” dirigida contra mujeres y hombres palestinos detenidos en la Franja de Gaza durante los últimos dos años.
El grupo con sede en Gaza afirmó que sus investigadores de campo habían descubierto casos generalizados de violencia sexual contra hombres y mujeres detenidos bajo custodia israelí durante los últimos dos años.
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