Por: Iván Kesic
El Cuerpo de Guardianes de la Revolución Islámica (CGRI) de Irán reveló el martes su mayor ciudad de misiles subterránea en un lugar no divulgado, enviando un poderoso mensaje a sus adversarios sobre el creciente poderío militar de Irán y su absoluta disposición para cualquier eventualidad.
La instalación subterránea fue presentada en presencia del jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas de Irán, el general de división Mohamad Hosein Baqeri, y del comandante de la Fuerza Aeroespacial del CGRI, el general de brigada Amir Ali Hayizade.
Su inauguración se produce en un contexto de crecientes amenazas y abierta retórica belicista por parte de la administración de Donald Trump y el régimen israelí, lo que ha llevado a Irán a exhibir su preparación militar para la defensa de la patria.
Tan solo tres días antes, el CGRI había presentado nuevos sistemas de misiles en tres islas estratégicas del Golfo Pérsico, con capacidad para atacar bases enemigas, embarcaciones y activos en toda la región.
En los últimos años, el CGRI ha difundido imágenes de diversas bases subterráneas, pero esta última instalación destaca como la mayor hasta la fecha, tanto en escala como en capacidad de fuego.
¿Qué misiles balísticos alberga esta base subterránea?
Durante la presentación, se reveló que esta ciudad de misiles alberga un amplio arsenal de misiles balísticos, incluidos los Jeibar Shekan, Hach Qasem, Emad, Seyil y Qadr-H, además de misiles de crucero Paveh.
En una sola toma se pudieron observar al menos 78 misiles Jeibar Shekan o Hach Qasem, mientras que otras imágenes mostraban túneles repletos de decenas más, lo que sugiere que la base alberga cientos, si no miles, de misiles.
Algunos de estos misiles, como el Jeibar Shekan, Qadr y Emad, fueron empleados el año pasado en las operaciones de represalia Verdader Promesa I y II contra la entidad sionista, causando un impacto global.
Estas operaciones demostraron la capacidad de Irán para atacar con alta precisión objetivos militares y de inteligencia israelíes, penetrando los tan publicitados y avanzados sistemas de defensa aérea israelíes y estadounidenses.
Durante su visita a la instalación, el general de división Baqeri enfatizó que “el puño de hierro de Irán es hoy mucho más fuerte que antes”, y afirmó que la capacidad actual de misiles es diez veces mayor que en operaciones anteriores.
Asimismo, declaró que “el enemigo definitivamente quedará rezagado en este equilibrio de poder”, lo que subraya el continuo avance de Irán en el desarrollo de misiles y en la infraestructura militar subterránea.
¿Cuál es el propósito de las bases subterráneas?
Las bases de misiles subterráneas de Irán son instalaciones militares fortificadas construidas bajo la superficie terrestre para almacenar, mantener y lanzar misiles balísticos de corto (SRBM), medio (MRBM) e intermedio alcance (IRBM).
A menudo denominadas “ciudades de misiles” por las autoridades iraníes, estas bases representan un pilar clave en la estrategia de defensa de Irán, diseñadas para proteger su vasto y creciente arsenal de misiles de la detección y destrucción durante un conflicto.
Además de ofrecer protección natural contra amenazas aéreas, estas bases permiten realizar operaciones militares en total secreto, evitando la exposición a la vigilancia aérea.
El número exacto de estas instalaciones sigue siendo un secreto altamente resguardado, pero se estima que existen docenas de ellas, en su mayoría situadas en regiones montañosas del oeste del país.
El general de brigada Hayizade, en una reciente entrevista televisiva, comentó sobre la gran cantidad de bases de misiles en el país, afirmando:
“Si revelamos una ciudad de misiles cada semana durante los próximos dos años, aún no las habremos mostrado todas”.
El CGRI ha difundido con frecuencia imágenes de estas bases subterráneas, y el análisis de la estructura de los túneles y del armamento confirma que se trata de instalaciones distintas entre sí.
En 2018, el CGRI anunció la reubicación de fábricas de misiles a bases subterráneas, marcando la primera vez que se publicaron imágenes de una planta de producción subterránea de misiles balísticos.
Más allá de las bases de misiles, Irán también ha construido bases aéreas subterráneas para aviones de combate, bases navales subterráneas para lanchas rápidas y misiles, e instalaciones subterráneas para drones.
¿Qué tan protegidas están estas bases subterráneas?
Con la tecnología moderna de satélites, reconocimiento e inteligencia, es imposible ocultar por completo la ubicación de estas bases, especialmente debido a los residuos de excavación y la logística de construcción.
Sin embargo, esto no las hace vulnerables, ya que están excavadas en montañas, con profundidades de hasta 500 metros, lo que les brinda protección contra ataques aéreos y prácticamente contra todas las municiones perforantes de búnkeres.
Todas las instalaciones críticas se encuentran a cientos de metros dentro de las montañas, haciéndolas prácticamente indestructibles, con múltiples entradas y salidas como sus únicas posibles vulnerabilidades.
Para contrarrestar este riesgo, cada base cuenta con varias docenas de entradas. La destrucción de una o incluso de varias no genera daños significativos, ya que suelen estar separadas por cientos o miles de metros, con múltiples compuertas en los túneles.
Irán ha perfeccionado técnicas de camuflaje y la creación de entradas falsas para garantizar la operatividad continua, incluso bajo dominio aéreo total del enemigo.
Según las imágenes y vídeos publicados, estas bases cuentan con túneles de diseño arqueado, óptimos para la distribución de carga, organizados en formaciones lineales o en cuadrícula.
Los túneles varían entre 6 y 12 metros de ancho, en algunos casos reforzados con techos de hormigón, y sirven como corredores, áreas de almacenamiento de misiles y estacionamientos para lanzadores de misiles TEL (transportador erector lanzador).
En ciertos casos, se observan salones de gran altura, lo que sugiere que se han aprovechado cuevas naturales para reducir costos de excavación y dificultar la evaluación de inteligencia enemiga basada en residuos de excavación.
¿Cómo se lanzan los misiles balísticos almacenados en estas bases?
Los misiles balísticos almacenados en estas bases se lanzan de dos maneras: mediante el despliegue del lanzador móvil (TEL) en campo abierto o a través de silos verticals.
Cada base contiene numerosos silos —a menudo varias docenas— ya que, al igual que las entradas, representan puntos vulnerables potenciales.
Una vez que se usa un silo, el rastro de calor del motor del cohete revela irreversiblemente su posición, convirtiéndolo en un objetivo prioritario para bombardeos aéreos o misiles de crucero.
Para contrarrestar esto, Irán ha desarrollado métodos de lanzamiento subterráneos únicos, mejorando tanto la eficacia como el sigilo.
En 2020, Irán publicó imágenes de un sistema subterráneo capaz de lanzar múltiples misiles balísticos desde un solo silo en rápida sucesión.
En otros países con bases de misiles subterráneas —donde tales instalaciones suelen albergar ICBMs (Misiles Balísticos Intercontinentales) dentro de estrategias de disuasión nuclear— cada silo generalmente contiene un solo misil.
Por el contrario, el sistema de Irán funciona más como un lanzador de carga automática, en lugar de un silo de disparo único.
Las imágenes muestran cinco misiles Emad posicionados para lanzamiento vertical en un solo vagón ferroviario, que luego se desplaza por un túnel alto hacia el sitio de lanzamiento.
La longitud del túnel y el sistema ferroviario sugieren que puede lanzar rápidamente docenas de misiles antes de un posible contraataque, con múltiples silos abiertos para permitir bombardeos continuos.
Ese mismo año, durante los ejercicios Payambar-e Azam 14 (El Gran Profeta 14), Irán demostró un lanzamiento subterráneo camuflado de misiles balísticos, evitando las plataformas y equipos convencionales.
El general de brigada Hayizade afirmó que Irán fue el primer país del mundo en lograr tal capacidad de lanzamiento, lo que representa un gran desafío para las agencias de inteligencia enemigas.
El vídeo publicado muestra dos misiles lanzándose desde ubicaciones diferentes en una superficie aparentemente intacta, lo que sugiere que los tubos de lanzamiento vertical fueron construidos desde abajo, en lugar de ser excavados desde la superficie y luego camuflados.
Esta demostración dejó en claro que las bases de misiles subterráneas de Irán, que a menudo abarcan docenas de kilómetros cuadrados, podrían albergar un número incalculable de silos ocultos.
Texto recogido de un artículo publicado en Press TV.