• Pared de una casa palestina pintada con lemas en hebreo como "venganza", tras un ataque con granadas de humo en la localidad cisjordana de Beitillu, 22 de diciembre de 2015.
Publicada: martes, 22 de diciembre de 2015 7:09
Actualizada: martes, 22 de diciembre de 2015 10:59

La casa de una familia palestina ha sido objeto de un ataque con granadas de humo en un supuesto nuevo crimen de odio perpetrado por colonos israelíes.

De acuerdo al diario israelí Haaretz, el ataque se ha producido en la madrugad de este martes, cuando “arrojaron dos granadas de humo contra una vivienda palestina” en el poblado de Beitillu, cerca de la ciudad cisjordana de Ramalá.

“No ha sido la primera o segunda vez”, los agresores “también prendieron fuego a los coches de nuestros vecinos”, se ha lamentado el padre de la familia.

Antes de abandonar la escena, los asaltantes realizaron pintas con aerosol en las paredes de la casa con lemas como “venganza” y “un saludo por parte de los detenidos de Zion”, en una posible alusión al arresto de colonos extremistas.

Todos los residentes de la vivienda, un hombre, una mujer y un bebé de 9 meses, han sido rescatados de esta nueva atrocidad israelí gracias al apoyo de los vecinos.

En declaraciones a la radio de Israel, Kasel, el padre de la familia, ha denunciado que los atacantes “entraron en nuestra casa hacia las 1:30 am (hora local)… la casa se llenó de humo y era imposible volver a entrar en la vivienda”.

“No ha sido la primera o segunda vez”, los agresores “también prendieron fuego a los coches de nuestros vecinos”, se ha lamentado, al tiempo que ha recalcado que lo único que su familia desea es “vivir en paz”.

El incidente lleva las señales de un ataque de la “Etiqueta de precio”, que son actos vandálicos y violentos contra propiedades palestinas, donde colonos extremistas israelíes intentan intimidar a los palestinos que se oponen a la ampliación de los asentamientos ilegales.

En julio, un ataque incendiario de colonos israelíes contra una vivienda situada en la aldea cisjordana de Kafar Duma, destruyó a una familia palestina. En este acto de violencia murió quemado vivo Ali Saad Daubasha, un bebé de un año y medio, mientras su padre y su madre sucumbieron posteriormente a las heridas. Su hermano mayor, de 4 años, sufrió quemaduras graves en más del 70% de su cuerpo y actualmente sigue hospitalizado.

Según denuncia la organización no gubernamental (ONG) israelí BTselem, las políticas del régimen de Tel Aviv promueven los crímenes de odio y facilitan los ataques de colonos contra palestinos.

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