Si este ataque hubiera pasado en otro territorio, por ejemplo en Ucrania, ahora una lluvia de condenas internacionales, seguida de sanciones habría caído sobre el agresor. Sin embargo, cuando los perpetradores son israelíes, el tono siempre es suave.
El embajador de la Unión Europea en territorios palestinos, visitó a la cabeza de una delegación diplomática, la localidad cisjordana de Huwara, incendiada, hace días, por los colonos israelíes, y con la protección de los soldados del régimen de Tel Aviv.
Tel Aviv no enjuició a los atacantes, y los liberó. Y Burgsdorf no explicó cómo el bloque comunitario atribuiría la rendición de cuentas. Desde la ONG israelí, B'Tselem, lamentan que crímenes como el de Huwara, suceden todos los días. Y sean posibles, porque las potencias que pueden evitarlos, cierran los ojos, o simplemente miran hacia el otro lado.
Este viernes, el movimiento de HAMAS, advirtió a Israel, y su ministro de Finanzas, Bezalel Smotrich, que pidió que se elimine a Huwara, de la faz de la Tierra, que la resistencia no se quedará de brazos cruzados.
En otras partes de los territorios palestinos, los jóvenes protagonizaron protestas para condenar el violento asalto de los israelíes a Huwara.
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