Su reacción se ha producido este martes después de que el corresponsal en la zona del diario estadounidense The Washington Post, William Booth, y su reportero en la ocupada Cisjordania, Sufian Taha, fueran detenidos al mediodía por agentes de la guardia de frontera israelí mientras estaban entrevistando a unos estudiantes palestinos cerca de la Puerta de Damasco, acceso al área del casco antiguo de Al-Quds (Jerusalén).
La FPA protesta contra esta acusación absurda contra un respetado medio internacional de prensa, así como por la detención, aunque fuese breve, de un periodista acreditado y su compañero palestino”, ha declarado la Asociación de la Prensa Extranjera mediante un comunicado.
Las fuerzas israelíes de seguridad han arrestado a los periodistas pese a que estos les han ofrecido sus documentos y credenciales periodísticas, y los han trasladado a un centro policial por “incitar”, presuntamente, a los palestinos. Los reporteros estuvieron retenidos unos tres cuartos de hora antes de ser liberados.
“La FPA protesta contra esta acusación absurda contra un respetado medio internacional de prensa, así como por la detención, aunque fuese breve, de un periodista acreditado y su compañero palestino”, ha declarado el organismo mediante un comunicado.
De igual forma, ha protestado las medidas violentas que el régimen israelí ha adoptado en los últimos meses contra periodistas extranjeros y sus compañeros palestinos, que reflejan la violencia que se registra en Al-Quds y la Cisjordania ocupada.
Para la FPA este último arresto y dicha acusación no son casuales, ya que se producen en momentos en que los medios israelíes arremeten contra la prensa extranjera.
Respecto al tema, el portavoz del ministerio israelí de asuntos exteriores, Emmanuel Nahshon, ha dicho que se trata de “un incidente lamentable, que arroja dudas innecesarias sobre el trabajo de un excelente periodista”.
La oficina de prensa del régimen israelí, a su vez, ha evaluado de “innecesaria” la detención de los periodistas que fue “fruto de un desafortunado malentendido”.
“La libertad de prensa es un valor supremo en la democracia israelí”, ha indicado en una nota emitida, en la que ha urgido, además, a las fuerzas de seguridad y a los periodistas a “actuar con contención y evitar confrontaciones en estos tiempos de tensión”.
El informe anual del Sindicato Islámico de la Oficina Palestina de Radio y Televisión afirma que se registraron alrededor de 574 casos de ataques a periodistas cometidos por las fuerzas del régimen israelí a lo largo del año pasado.
La mayoría de los ataques se llevaron a cabo en el mes de octubre, debido al aumento de las tensiones en los territorios palestinos ocupados por las restricciones del régimen de Tel Aviv a la entrada de fieles palestinos al complejo de la Mezquita Al-Aqsa, ubicada en Al-Quds, impuestas en agosto de 2015.
Los periodistas palestinos piden que los organismos internacionales tomen una posición responsable ante las detenciones arbitrarias de sus colegas por parte del régimen israelí.
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