Estados Unidos se ha presentado durante décadas como un mediador que intenta encontrar una solución para la cuestión palestina-israelí. Ha respaldado muchas rondas de conversaciones sobre el tema y participado en algunas de ellas, pero hasta el momento todas las negociaciones han concluido sin resultados tangibles.
Acusan a Washington de ponerse del lado de Israel, su aliado incondicional, y de no ser imparcial. Esto se debe a que Israel sigue confiscando tierras palestinas y construyendo en territorios ocupados, entre otras violaciones, y Estados Unidos le proporciona cobertura diplomática.
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