“No nos vamos a mantener en silencio (…) haremos arder el suelo por donde pisan los sionistas y sus soldados”, ha advertido este sábado el portavoz de las Brigadas Ezzedin al-Qassam, Abu Obaida.
No nos vamos a mantener en silencio (…) haremos arder el suelo por donde pisan los sionistas y sus soldados”, advierte el portavoz de las Brigadas Ezzedin al-Qassam, Abu Obaida
En su comunicado, ha hecho especial hincapié en que “el pueblo y los grupos de resistencia de Palestina se reservan el derecho de responder a este acto violento como sea posible”.
Al enfatizar que el enemigo israelí solo comprende “el lenguaje de la fuerza y la violencia”, ha considerado a los líderes del régimen israelí como los “primeros responsables” del asesinato brutal del pequeño palestino.
“Durante estos días, el año pasado, también los niños y la población palestina se quemó bajo la lluvia de misiles y bombardeos israelíes (…) con este crimen, los sionistas confirmaron a todo el mundo su actitud criminal y que no conocen más que el lenguaje de la fuerza”, ha recalcado en referencia a la agresión israelí a la Franja de Gaza, entre julio y agosto del 2014.
Los colonos israelíes atacaron a la última hora del jueves con cócteles molotov dos casas palestinas en una cerca de la ciudad cisjordana de Nablus, mientras sus habitantes estaban dormidos.
En este ataque murió quemado vivo un bebé de 18 meses llamado Ali Saad Daubasha, mientras sus padres y su hermano resultaron gravemente heridos. Los asaltantes además pintaron en los paredes alagunos lemas racistas en hebreo que uno de ellos decía “venganza”.
La nueva atrocidad israelí generó una gran ola de furia entre los palestinos y la comunidad internacional.
El presidente del Estado palestino, Mahmud Abás, aseguró el viernes que llevará el caso del bebé palestino ante la Corte Penal Internacional (CPI) de La Haya.
Por su parte, el portavoz de la política exterior de HAMAS, Husam Badran, anunció que "este crimen de quemar una casa y matar a un niño palestino no será nunca olvidado" y "convertirá a los soldados y colonos de la ocupación (israelí) en blancos directos de ataques de la resistencia armada".
Asimismo, el Frente Popular para la Liberación de Palestina (FPLP) repudió el ataque y lo consideró parte de una “escalada sin precedentes contra nuestro pueblo”. “Declaramos la guerra a los colonos, a los asentamientos y a los asesinos”, indicó en su comunicado.
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