El miércoles, la Autoridad Nacional Palestina (ANP), que gobierna Ramalá y partes reducidas de Cisjordania ocupada, anunció que suspenderá las retransmisiones de la cadena catarí Al Jazeera, acusándola de “publicar material e informaciones engañosas, incitar a la sedición e interferir en los asuntos internos palestinos”.
La polémica decisión de la ANP, similar a la tomada en mayo por el régimen israelí, se dio a conocer después de que la semana pasada Al Jazeera cubriera la brutal represión y asaltos realizados por las fuerzas de seguridad de la Autoridad contra los combatientes militantes en el campamento de refugiados Yenín, situado en Cisjordania.
En un comunicado emitido este jueves, Al Jazeera ha condenado el cierre de sus oficinas por parte de la ANP en la Cisjordania ocupada, calificando la medida de “coherente” con las “prácticas de la ocupación israelí contra sus equipos” y servir a los intereses del régimen.
Conforme a la cadena, la decisión de la ANP es “un intento de disuadirla de cubrir los acontecimientos que […] tienen lugar en los territorios ocupados”, y forma parte de “una campaña en curso de incitación e intimidación por parte de los partidos patrocinados por la Autoridad Palestina” contra periodistas de Al Jazeera.
Por su parte, los Comités de Resistencia Popular Palestina consideraron el cierre de Al Jazeera por la ANP, “una medida que sirve a los intereses del enemigo sionista y su guerra contra periodistas y profesionales de los medios”, y pidieron revocar la decisión.
El Comité para la Protección de los Periodistas, un organismo de control de los medios de comunicación con sede en Nueva York, a su vez, repudió la decisión, y pidió a la ANP revertirla de inmediato. “Los gobiernos recurren a la censura de los medios de comunicación cuando tienen algo que ocultar”, dijo la directora ejecutiva del CPJ, Jodie Ginsberg, tachando la medida de “realmente inquietante”.
Asimismo, la Yihad Islámica Palestina lamentó el cierre de la oficina de Al Jazeera en un momento en que el pueblo palestino “necesita una voz que lleve su sufrimiento al mundo”, y pidió a la AN que facilite las actividades de todos los medios que transmiten el sufrimiento de los palestinos en la Franja de Gaza y la Cisjordania.
La cadena es uno de los pocos medios con corresponsales en la Franja de Gaza, donde las autoridades israelíes, que controlan todos los accesos, no permiten la entrada independiente de la prensa internacional, y ha documentado gran parte de los crímenes de guerra y el genocidio cometidos por Israel durante la guerra.
Por esta misma razón, Israel cerró la cadena en los territorios ocupados en mayo e intensificó los ataques deliberados a los corresponsales y periodistas de Al Jazeera y otros medios en el enclave costero.
Desde el inicio de la brutal campaña de agresiones a Gaza, el 7 de octubre de 2023, al menos 222 periodistas y trabajadores de los medios de comunicación han sido asesinados por bombardeos israelíes, mientras que el balance total de las víctimas mortales del genocidio se sitúa en 45 553 personas, en su mayoría mujeres y niños.
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