Hoy, la ciudad cisjordana de Ramalá se ha teñido de verde, blanco y negro. Miles de palestinos conmemoran los 77 años del Día de la Nakba, símbolo de la catástrofe que marcó la expulsión forzada de cerca de 700 mil palestinos. Para la población civil, es un día de luto nacional, pero mantiene firme su derecho a permanecer en su territorio ancestral.
Por segundo año consecutivo, el aniversario de la Nakba llega en un momento histórico, marcado por las catastróficas y sin precedentes condiciones que sufre la Franja de Gaza, como consecuencia del genocidio israelí. En este contexto, los manifestantes exigen a la comunidad internacional que actúe contra Israel.
Por segundo año consecutivo, el aniversario de la Nakba llega en un momento histórico, marcado por las catastróficas y sin precedentes condiciones que sufre la Franja de Gaza, como consecuencia del genocidio israelí. En este contexto, los manifestantes exigen a la comunidad internacional que actúe contra Israel.
Con llaves en mano, símbolo de los hogares a los que aún no han podido regresar, los manifestantes mantienen viva la esperanza del retorno. En medio del sonido de sirenas, que este año resuenan durante 77 segundos, recuerdan el largo exilio que ya afecta a más de seis millones de refugiados palestinos dentro y fuera de los territorios ocupados. Frente a la actual matanza, los palestinos temen que la historia del exilio se repita; aun así, reafirman su sueño: una Palestina libre.
dgh/rba