La huelga responde a la medida del gabinete del primer ministro israelí, Benyamin Netanyahu, que ilegalizó el martes la facción norte del Movimiento Islámico, liderado por el sheij Raed Salah, so pretexto de que "durante años ha realizado una campaña de incitación con el eslogan: "Al-Aqsa está en peligro en la ciudad de Al-Quds (Jerusalén)".
El Movimiento Islámico sólo defiende la identidad palestina y afronta los nefastos planes del enemigo sionista (contra palestinos)”, subrayó Jaled al-Batash, alto dirigente del Movimiento de la Yihad Islámica Palestina.
Jaled al-Batash, alto dirigente del Movimiento de la Yihad Islámica Palestina, condenó la decisión del régimen de Israel y la consideró “inaceptable y un castigo colectivo al pueblo palestino”.
“El Movimiento Islámico sólo defiende la identidad palestina y afronta los nefastos planes del enemigo sionista”, subrayó el miércoles Al-Batash.
A juicio de Esmail Rezvan, miembro de alto rango del Movimiento de la Resistencia Islámica Palestina (HAMAS), la orden del régimen de Tel Aviv busca impulsar sus planes en la Mezquita Al-Aqsa.
El miércoles, cientos de palestinos, entre ellos miembros de facciones políticas, celebraron un acto de solidaridad en la Franja de Gaza, en el que rechazaron categóricamente la prohibición del Movimiento Islámico en los territorios ocupados por el régimen de Israel en 1948.
Para las facciones palestinas la intención del régimen de Israel es clara: quieren frenar la III Intifada palestina (levantamiento) contra las agresiones israelíes.
No obstante, el Movimiento Islámico confirma que los intentos de las autoridades israelíes para eliminarlos de la esfera pública palestina serán en vano y seguirán defendiendo la Mezquita Al-Aqsa".
Por su parte, el Movimiento de Yihad Islámica Palestina, mediante un comunicado emitido el martes, tachó de “ilegítima” la medida israelí y advirtió de que con esta iniciativa el régimen de Tel Aviv busca silenciar las protestas y la resistencia de los palestinos que viven en las tierras ocupadas.

La tensión en los territorios ocupados palestinos se agravó considerablemente tras nuevas incursiones y profanaciones a la Mezquita Al-Aqsa, lo que provocó la ira del pueblo palestino y el inicio de una nueva “Intifada” para liberar Al-Quds.
Desde entonces, unos 89 palestinos han perdido la vida a manos de soldados israelíes en la ocupada Cisjordania, la ciudad de Al-Quds y la Franja de Gaza, según el Ministerio palestino de Salud.
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