También Teherán, la capital, ha sido escenario de una de estas concentraciones, en la que los manifestantes expresaron su apoyo al sistema islámico y aseguraron que cualquier intento foráneo de desestabilizar al país está condenado al fracaso.
Los manifestantes reclamaron además el cese de la violencia y los actos vandálicos que provocaron daños a las propiedades públicas.
Estados Unidos e Israel han afirmado abiertamente que apoyan los disturbios y cualquier intento que desestabilice al país persa, postura que ha sido rechazada por varios países. Los disturbios han dejado hasta ahora una veintena de muertos.
Maryam Saeedi, Teherán.
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