“Expresamos claramente nuestra oposición a cualquier cambio de fronteras que contradiga la independencia política de los países y estamos en contra de la alteración de las fronteras internacionales”, ha subrayado este lunes el portavoz de la Cancillería iraní, Naser Kanani, en su rueda de prensa semanal.
Con estas palabras, el vocero de la Diplomacia persa ha respondido a una pregunta sobre cuál es la reacción de Irán a la campaña de la República de Azerbaiyán para trazar el polémico corredor ‘Zangezur’ a lo largo de la frontera armenio-iraní.
La República Islámica ha dicho que se opone firmemente a la creación de dicho cruce, porque ello interrumpiría la actual ruta de tránsito entre Irán y Europa y tendría un gran impacto geopolítico sobre el país persa.
Con el establecimiento del paso de ‘Zangezur’, Azerbaiyán obtendría acceso directo al enclave de Najcheván —que es una parte aislada de Azerbaiyán en el suroeste del territorio armenio—, sin tener que pasar por Armenia, a lo que Ereván se opone.
A principios de este mes, el canciller ruso, Serguéi Lavrov, abogó por la apertura del cruce, afirmando que ello desbloquearía la comunicación regional y contribuiría al logro de un tratado de paz entre Azerbaiyán y Armenia, poniendo fin a una disputa de décadas sobre el enclave de Karabaj, por el que libraron dos guerras en los años 1990 y 2020.
La Cancillería iraní, a su vez, convocó al embajador ruso en Teherán, Alexey Dedov, para expresarle la protesta de Irán sobre el apoyo de Moscú al establecimiento del corredor Zangezur. En esa cita, un responsable de la Cartera de Exteriores hizo hincapié en que el respeto a la soberanía nacional, la integridad territorial y los intereses mutuos de los países “es garante de una paz sostenible y la base de la cooperación regional en el Cáucaso”.
En esta línea, Kanani ha enfatizado que “Irán seguirá apoyando el desbloqueo de las comunicaciones y las rutas de transporte en la región y promoviendo la agenda de paz entre Bakú y Ereván. La paz en el Cáucaso beneficia a todos los países de la región”.
Ha advertido sobre los esfuerzos de “algunas potencias y regímenes más allá de la región para convertir el Cáucaso en una zona de inestabilidad y un punto de presión sobre los demás”. “Su prioridad no es la paz”, recalca en alusión a potencias extranjeras.
El diplomático persa ha reiterado que la crisis en el Cáucaso puede resolverse mediante el formato 3+3, o sea, la participación de los actores internos —compuesto por los tres países del Cáucaso Meridional, Armenia, Georgia y Azerbaiyán, además de Rusia, Turquía e Irán— y sin injerencia extranjera.
Los observadores políticos dicen que, si se construye y completa este corredor, el papel estratégico de Irán en cuanto al paso de carga en tránsito desde Azerbaiyán a Najcheván y la exportación de sus productos a esta región se verá enormemente debilitado.
Además, con el corredor Zangezur atravesando el territorio de Armenia, Irán prácticamente perderá su baza para influir en la tensión y la competencia en la región del Cáucaso.
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