La situación en Gaza ha alcanzado niveles alarmantes desde el inicio de la guerra genocida israelí, con un aumento significativo en el número de víctimas civiles. En este sentido, la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados Palestinos (UNRWA) advierte sobre la inmediata hambruna en el norte de la franja, donde cada día solo 37 camiones de ayudas humanitarias entran en el enclave para una población de 2,3 millones de personas.
Además, afirmó que en octubre más del 80 por ciento de la población, es decir: un millón 700 mil personas, no recibieron sus raciones mensuales de alimentos.
Asimismo, las organizaciones internacionales condenan el asedio impulsado por Israel y acusan al régimen de ocupación de utilizar el hambre como “arma de guerra”. También advierten que sin una acción internacional decisiva para evitar un mayor deterioro, los sionistas seguirán con una "limpieza étnica" en la Franja.
En este contexto, la Oficina de Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) a través de un informe denunció que la entidad sionista solo acepta 8 de cada 50 solicitudes realizadas para la entrega de ayuda humanitaria en Gaza, aunque luego impide el ingreso de la misma cantidad de camiones.
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