Serguéi Lavrov ha indicado este miércoles que el grupo terrorista EIIL (Daesh, en árabe) sigue siendo una grave amenaza para la seguridad internacional, a pesar de los recientes avances en los esfuerzos antiterroristas y, en particular, la lucha contra esta banda en Siria.
"A pesar de ciertos avances en el proceso de desescalada (del conflicto) de Siria y la lucha contra el terrorismo, la amenaza que Daesh plantea sigue estando ahí. Los representantes de este grupo terrorista se extienden por todo el mundo”, ha aseverado el canciller después de mantener una conversación en Yakarta con su homóloga indonesia, Retno Marsudi.
Lavrov ha añadido que Daesh amenaza incluso regiones cercanas a Rusia, sobre todo al sur del país, e Indonesia. En este contexto, la situación actual del Oriente Medio y el norte de África sigue siendo motivo de gran preocupación para las autoridades rusas.
A pesar de ciertos avances en el proceso de desescalada (del conflicto) de Siria y la lucha contra el terrorismo, la amenaza que Daesh plantea sigue estando ahí. Los representantes de este grupo terrorista se extienden por todo el mundo”, asevera el ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov.
El diplomático asegura que su país, al igual que Indonesia, está convencido de que todo conflicto debe resolverse por medio de un diálogo político sin interferencia externa, de acuerdo con el derecho internacional y el respeto a la Carta y las regulaciones de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
El ministro ruso ha señalado además un acuerdo entre Moscú y Yakarta para ampliar la cooperación antiterrorista entre los servicios especiales de ambos países.
El martes, Lavrov dijo que en la Cumbre de Asia Oriental (EAS, por sus siglas en iglés), que se celebrará en noviembre en la capital de Filipinas, Manila, se presentará un proyecto de lucha contra la ideología terrorista preparado conjuntamente por Rusia e Indonesia.
Sobre la cooperación entre estos dos países, cabe destacar que Indonesia propuso recientemente comprar 11 cazas rusos Su-35 a cambio de exportar a Moscú café y aceite de palma, eludiendo así las sanciones occidentales a Rusia.
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