En declaraciones concedidas este sábado a la agencia local de noticias Sputnik, Riabkov ha hecho notar que Moscú desea promover las cooperaciones con Irán, el ámbito nuclear incluido, pese al “chantaje” y a “las amenazas” de EE.UU. de imponer “sanciones extraterritoriales”.
“Expandiremos y desarrollaremos sistemáticamente nuestra cooperación con la República Islámica de Irán, incluido el sector nuclear, cumpliendo con la ley internacional y las normativas nacionales de ambos países”, ha indicado el diplomático ruso.
De hecho, las amenazas de nuevas sanciones no impedirán “nuestra legítima y mutua cooperación con Irán”, ya que Rusia sabe cómo enfrentarse a “los trucos ilegales de EE.UU.”, pues los sufre desde 2012, ha recalcado.
Irán, ha añadido el vicecanciller, tiene una experiencia mucho mayor de cómo vivir bajo las sanciones de la Casa Blanca. Riabkov se refería a los más de cuarenta años de restricciones multilaterales impuestas a Irán, es decir, desde la victoria de la Revolución Islámica (1979).
Expandiremos y desarrollaremos sistemáticamente nuestra cooperación con la República Islámica de Irán, incluido el sector nuclear, cumpliendo con la ley internacional y las normativas nacionales de ambos países”, asegura el vicecanciller ruso, Serguéi Riabkov.
Teniendo en cuenta todo lo dicho, el alto funcionario ruso señala que ambos países reciben con “tranquilidad” amenazas de esa índole y no ceden ante “el chantaje” de Washington.
Las declaraciones de Riabkov han llegado después de que la portavoz del Departamento de Estado de EE.UU., Morgan Ortagus, advirtiera el viernes de que Washington sancionaría a los países que ofrecieran “asistencia” a Irán para expandir la planta nuclear de Bushehr, en el sur del país.
Rusia no es el primer país que ha expresado su apoyo a Irán frente a las sanciones unilaterales de EE.UU., renovadas después de que la Administración presidida por Donald Trump retirara en mayo de 2018 a EE.UU. del acuerdo nuclear firmado en 2015 por Teherán y el Grupo 5+1 (entonces integrado por EE.UU., el Reino Unido, Francia, Rusia y China, más Alemania).
Ante las amenazas de EE.UU., Turquía también alertó de que “nadie” debe esperar que Ankara dé la espalda a Irán, uno de los grandes productores y exportadores del petróleo, y difícil de ignorar.
Rusia, como muchos otros países, está sometida a las sanciones de EE.UU. desde el momento en que decidió actuar independientemente de la Casa Blanca en la esfera internacional y expresar una postura propia en los asuntos internacionales, en la mayoría de los caso antagónica a la Washington, por ejemplo, en el caso de Siria y de Venezuela.
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