Un grupo aéreo compuesto por varios aviones portamisiles estratégicos Tupolev Tu-95MS de la Fuerza Aeroespacial de Rusia y bombarderos estratégicos Xian H-6K de la Fuerza Aérea del Ejército Popular de Liberación de China efectuó el miércoles una misión de patrullaje sobre los mares de Japón y de la China Oriental, aguas aledañas del océano Pacífico.
Tal y como informa el Ministerio ruso de Defensa, los cazas rusos Sujoi Su-30SM y Su-35S, así como los chinos Shenyang J-11, escoltaron al grupo a lo largo de toda la ruta compartida que duró cerca de ocho horas.
El aterrizaje y el despegue tuvo lugar en un aeródromo en el gigante asiático, y en algunas etapas del recorrido el grupo estuvo acompañado también por cazas de terceros países. Al terminar la misión, todos los aviones involucrados regresaron a los aeródromos de origen.
Conforme enfatizó la Cartera rusa, durante esta misión los aviones de ambas naciones actuaron estrictamente conforme a las normas del derecho internacional y no se cometió ninguna violación del espacio aéreo extranjero.
Además, puso énfasis en que el patrullaje se realizó en el marco de la agenda de colaboración militar para el año 2023 y no estuvo dirigido contra ningún país.
Rusia y China realizan ejercicios militares conjuntos desde 2005, pero Moscú se acercó más que nunca a Pekín en 2014 cuando sus lazos políticos con Occidente tocaron un mínimo de la posguerra por la anexión de Crimea por parte de China.
Actualmente, Moscú y Pekín se alinean cada vez más, en el medio de la escalada de las tensiones en diversos sectores entre el gigante asiático y EE.UU., así como el deterioro de los nexos Moscú-Washington, sobre todo después del inicio del conflicto en Ucrania.
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